SANA (Reuters) – El presidente de Yemen, Ali Abdullah Saleh, quien accedió a firmar un acuerdo de transición del poder, convocó el viernes a elecciones anticipadas para evitar enfrentamientos, mientras se intensificaban los tres meses de protestas contra el Gobierno del dividido país.
Saleh ha respaldado dos veces el acuerdo de transición mediado por el Consejo de Cooperación del Golfo (GCC, por sus siglas en inglés), la última vez el miércoles, pese a las disputas diplomáticas entre Estados Unidos, las naciones del Golfo Pérsico y funcionarios europeos.
Decenas de miles de manifestantes salieron a las calles el viernes en ciudades de todo el país, exigiendo que Saleh renuncie y ponga fin a su mandato de tres décadas.
Washington y Riad, blancos de frustrados ataques del brazo de Al Qaeda asentado en Yemen, buscan terminar con el estancamiento que ha puesto a la nación africana al borde del caos y podría dar más espacio para operar a la red militante.
Un civil murió a tiros el viernes, cuando hombres armados se enfrentaron con el Ejército en puestos de seguridad en la provincia de Abyan, donde se cree que se ocultan militantes de Al Qaeda.
«Convocamos a elecciones anticipadas para evitar derramamientos de sangre, para proteger nuestra dignidad familiar y allanar al camino democrático», dijo Saleh en Saná a una multitud de decenas de miles de partidarios, quienes ondeaban banderas y carteles que decían: «No te irás».
En marzo, Saleh convocó a elecciones presidenciales para fines de este año, pero en su discurso del viernes no dio ningún calendario sobre su plan de comicios, dejando a algunos escépticos ante la posibilidad de que se trate de algún plan para ganar tiempo.
«Creo que es un complot para retrasar más lo inevitable, para dar a entender que él está intentando dejar el poder, pero no creo que esa sea toda su intención», dijo el analista en seguridad Theodore Karasik, del grupo INEGMA con sede en Dubái.
Saleh es un inteligente político que sobrevivió a varias luchas con sus rivales, y usó sobornos y favores para mantener el apoyo de líderes tribales y partidarios.
Incluso antes de las protestas por la democracia en contra de su Gobierno, Saleh ya luchaba para controlar una rebelión separatista en el sur y una insurgencia chií en el norte.
Los ministros de Relaciones Exteriores del Golfo tienen previsto reunirse el domingo para discutir la crisis política de Yemen, pero no mencionaron una nueva firma del acuerdo, aunque funcionarios yemeníes en la oposición y el Gobierno dijeron que podrían intentar sellar finalmente el pacto.
(Reporte adicional de Mohammed Mukhashaf en Adén y Sara Anabtawi en Dubái; escrito por Erika Solomon, Editado en español por Marion Giraldo)
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