Soplan, Pampas

Luego de irse 7-16 al descanso, con viento a favor en el ST el seleccionado arrasó a Sharks XV (hizo cinco tries en 30’) y avanzó a la final.

Parece que los inicios de Pampas XV son calcados: en los primeros 40’quedan en deuda. Les pasó en los cuartos ante Free State y en semi contra Sharks XV. En la instancia anterior, lo tuvieron en los 80’ pero lo cerraron mal y debieron sufrir hasta el alargue. Ayer fue diferente, porque se defendieron con la pelota y aplastaron a su rival en el ST, con cinco tries, para golear 41-26 y pasar a la final de esta Vodacom Cup sudafricana.

Les cuesta acomodarse. A los rivales y al árbitro. Y encima se equivocan. A los 3’, el seleccionado ya había cometido tres penales, y el jovencito Prinsloo, fulback de 20 años, acertado uno de dos (0-3). A los 5’ ya les habían anotado un try luego de un line que capturó el eficiente Skeate (llamativo parecido con el Springbok Matfield), la pelota voló a la punta y el ligerito Specman (menos mal que salió lesionado a los 33’) le ganó en velocidad a Gosio y pintó a Tuculet (0-10).

Si bien parecía que el referí sudafricano Salmans iba a meter la bomba en contra, el 100% del duelo lo mostró parejito, equivocándose para ambos lados. Pero, como viene ocurriendo, los argentinos sufren más de lo que deberían (15 penales). Y si encima le erran a los pases, se les cae la pelota y protestan. Al menos, apoyó Farías…

Menos mal que existe el descanso y el lavado de cabeza. En el ST, con viento a favor salió otro equipo, un equipazo. El 7-16, apenas en 5’, se transformó en 17-16 por el penal de Sánchez (a diferencia de los cuartos, anduvo muy bien con el pie: 14 tantos; 5/7) y el try de Bruzzone, escurriéndose entre los grandotes Chadwick y Marais.

De ahí en más, cuesta abajo: apoyó Imhoff tras una entrada del pilar Postiglioni como si fuera un centro; anotó Tuculet sobre la bandera (cinco minutos antes, a Ascarate se le cayó casi sobre el ingoal) y liquidó Gosio luego de recuperar una pelota en ataque y mandarse un preciso slalom. A los 67’, el 36-19 parecía indescontable. Porque el equipazo seguía atacando con reemplazantes que andaban tan bien o mejor que los sustituidos. Porque seguían bien despiertos, como Imhoff al interceptar un pase y correr 80 metros para apoyar su segunda conquista.

El try de Richards no empañó la fiesta. Que siguió con cantitos en el vestuario y un tercer tiempo para agasajar al rival con hamburguesas.

Sí, porque Pampas XV atiende en todos lados.

Fuente: Olé