La iniciativa, denominada «Quita un arma del futuro de Brasil», fue presentada hoy por el ministro de Justicia, José Eduardo Cardozo, en un acto en Río en el que recibió respaldo de organizaciones sociales.
El Gobierno brasileño lanzó hoy una campaña nacional de desarme para estimular a la población a entregar las armas de fuego, un mes después de que doce niños fueran asesinados a tiros en un colegio de Río de Janeiro.
Esta iniciativa, denominada «Quita un arma del futuro de Brasil», fue presentada hoy por el ministro de Justicia, José Eduardo Cardozo, en un acto en Río en el que recibió respaldo de organizaciones sociales.
«Un arma en la mano de una persona que no está capacitada para su uso siempre es un riesgo», dijo el gobernador de Río de Janeiro, Sergio Cabral, para defender el lanzamiento de la campaña.
El Gobierno decidió adelantar esta iniciativa, que se desarrollará hasta final de año, después de que el pasado 7 de abril un joven de 23 años asesinara a tiros a doce niños y dejara heridos a otros doce en una escuela pública de Río de Janeiro.
«Siempre es trágica la pérdida de una vida humana, pero es más escandaloso cuando quien muere es un niño o un adolescente», manifestó Cabral en presencia de los padres de los estudiantes tiroteados en el colegio Tasso da Silveira.
Debido al impacto de la masacre, el presidente del Senado brasileño, José Sarney, propuso en abril la celebración de un nuevo referendo para consultar al país sobre una hipotética prohibición de la venta de armas, similar al realizado en 2005, en el que el 60 por ciento de los electores rechazó la idea.
Una vez concluido el acto de presentación, Cardozo se desplazó al Alto Horno de la Compañía Siderúrgica Nacional, en Volta Redonda, a 127 kilómetros de Río, para asistir a una quema de armas recogidas por el Ejército.
El objetivo del Ministerio de Justicia es ampliar la red de recogida y dotar a cada ciudad de un local autorizado para la entrega del armamento, que también podrá ser depositado en comisarías policiales, iglesias y en sedes de entidades adheridas al plan.
Esta campaña, a diferencia de las anteriores, permitirá al ciudadano mantener su anonimato al entregar el arma y recibir una recompensa económica, que oscilará entre los 62 y los 188 dólares, con mayor celeridad que en iniciativas precedentes.
Según el ministro, el Gobierno destinó una partida presupuestaria de diez millones de reales (unos 6,2 millones de dólares) para afrontar los pagos.
«Me gustaría que faltase dinero, porque si ocurriese eso sería una señal de que el número de armas entregadas superaría las expectativas», señaló Cardozo.
Con el fin de garantizar que el armamento no sea desviado a organizaciones criminales, las armas entregadas serán inutilizadas y destruidas inmediatamente.
La iniciativa, con la que se pretende reducir los índices de criminalidad, será reforzada con la inserción de anuncios publicitarios en televisión y la contratación de cuñas radiofónicas.
En el vídeo de la campaña publicitaria, a la que ha cedido su voz el actor Wagner Moura, protagonista de las dos partes de la cinta «Tropa de Elite», se observa el recorrido de una bala, que pasa a escasos milímetros de niños y adultos, que milagrosamente no son alcanzados.
Fuente: EFE