Unos 50 integrantes de una comunidad toba tomaron un carril de la avenida y, además, continuaron la huelga de hambre que habían iniciado el lunes. Piden hectáreas de un predio de Formosa.
Tras cuatro meses de acampe en el Centro porteño, los aborígenes de la comunidad Qom (conocidos como tobas) extendieron su reclamo a la avenida 9 de Julio, donde mantuvieron cortado un carril y continuaron la huelga de hambre que habían iniciado el lunes, en protesta por la restitución de tierras de Formosa.
Los manifestantes, que habían montado un campamento en el cruce de Lima y Avenida de Mayo, generaron demoras y complicaciones en la 9 de Julio, en la mano que va hacia el sur de la Ciudad. Ayer se desplegó allí un importante operativo policial para impedir que ocuparan más carriles de la avenida.
“Basta de violar los derechos humanos”, decía una de las pancartas de los aborígenes encabezados por el cacique Félix Díaz, quien advirtió que seguirán protestando “por tiempo indeterminado” hasta que les devuelvan las 1.300 hectáreas de tierras que piden de la zona de Laguna Blanca, en el norte de Formosa.
Unos 50 integrantes de la comunidad Qom llevan adelante la demanda desde hace cuatro meses, semanas después de un enfrentamiento con la Policía que terminó con la muerte de uno de ellos (ver aparte). Pero su reclamo se intensificó el lunes con el inicio de una huelga de hambre y luego con la instalación de colchones y carteles sobre el asfalto para cortar el tránsito.
El cacique Díaz, líder de la comunidad La Primavera, se refirió a la huelga de hambre: “No es novedoso ni bueno para nosotros, muchos estamos enfermos, pero no nos queda otra. Aunque sea peligroso, lo vamos a hacer porque no tenemos más nada que perder”.
Desde el Gobierno de Formosa intentaron minimizar el conflicto. El ministro Jorge González dijo que los aborígenes se niegan al diálogo. “Se trata de un grupo muy pequeño de la comunidad La Primavera, con quien hay imposibilidad de diálogo, que es lo que tiene que primar y no forzar situaciones”.
Fuente: La Razón