Vélez ante la Liga por los octavos de final de la Libertadores

Además del triunfo, el equipo de Gareca sabe que necesita una diferencia amplia porque la serie se define en la altura de Quito. Comienza a las 21.50 (Fox Sports).

Se define en la altura de Quito, pero Vélez quiere empezar a definirlo en el Amalfitani. Sabe que si no saca una diferencia tranquilizadora en Liniers, será difícil obtener el boleto a los cuartos de final en la Casa Blanca. La Liga Deportiva Universitaria no es el rival más accesible y la localía será determinante en la serie.

Ganar y por buena diferencia. Seguramente de eso estuvieron conversando Ricardo Gareca y Carlos Bianchi, quien ayer estuvo en la Villa Olímpica (Ver “ Hacen goles…” durante más de diez minutos, a solas. Bianchi hoy cumpleaños y es probable que asista al partido.

Como es una final, Gareca pondrá lo que mejor tiene. Después del entrenamiento matutino quedaron concentrados 18 jugadores. Además de los titulares están Montoya, Tobbio, Bella, Canteros, Alvarez, Ramírez y Vuletich. Ahora bien, de lo mejor que tiene se encienden luces amarillas porque Martínez terminó lesionado (contractura en muslo derecho) el partido con Quilmes y Razzotti no se había recuperado del todo y por eso jugó Canteros. Había una duda entre Fernández y Alvarez, pero finalmente jugará Augusto. La respuesta física será una de las claves en un partido que será tenso, con mucho nervio y en el que Vélez no puede reiterar los errores que cometió ante Quilmes, el sábado.

Edgardo Bauza, ex DT de Vélez, no contará con el desgarrado Ezequiel González pero recuperó a Norberto Araujo. La Liga también sabe que tiene el bonus de los 2850 metros sobre el mar de Quito. Y allí lo aprovecha bien. En la fase de grupos hizo 10 goles (3 a Independiente, 5 a Peñarol y 2 a Godoy Cruz).

También tiene poder de fuego de visitante : convirtió en todos sus partidos. Desde octavos, los goles de visitante valen doble . Vélez, claro, también tiene poderío ofensivo. Es el que tendrá que imponer, además de mantener el cero en el arco propio.

Fuente: Clarín