Uno de los inmuebles aparecía vendido hasta siete veces a distintas personas que habrían intentado adquirirlo de buena fe. También figuran varias propiedades a construir.
La Justicia pidió las detenciones de cuatro hombres y tres mujeres, pertenecientes a conocidas familias de La Plata, entre ellas las de una importante concesionaria de autos, la de un renombrado escribano y la de una céntrica inmobiliaria, en el marco de una investigación por millonarias estafas con propiedades.
La DDI (Delegación Departamental de Investigaciones), por orden de la Fiscalía 4 de La Plata, realizó varios allanamientos en los últimos días. No pudieron ejecutar las detenciones porque los abogados de las siete personas imputadas presentaron un pedido de eximición de prisión.
Los investigadores identificaron al organizador del grupo. Se trata del hijo de un conocido empresario platense, dueño de una concesionaria. Sobre él, se cierra “el óvalo” de la pesquisa, en el rol de líder o jefe de una “asociación ilícita”.
Ese delito establece una pena de hasta diez años de prisión de cumplimiento efectivo. Para los instructores policiales y judiciales, los siete imputados formaron una banda dedicada a la realización de estafas con la compraventa de inmuebles construidos y a construir.
Una de las maniobras se cometió el 11 de mayo de 2006, con la venta de un departamento en la calle 2 al 1500, por la suma de 80 mil pesos. Se adulteraron los documentos y se transfirió luego el lote donde iba a ser construido.
Ese inmueble luego fue vendido a otro hombre, en mayo de 2007, por el supuesto líder de la banda, en 110 mil pesos. En mayo de 2008, ese departamento de la calle 2 fue “revendido” a otra mujer por 46 mil dólares, fraguando el boleto de compraventa. Con posterioridad, aparecen otras operatorias en las que se ofrecía la construcción de hasta dos departamentos en ese predio.
Y en febrero de 2008, la organización transfirió con un boleto de compraventa por 120 mil pesos un departamento a construir en calle 25 al 600, figurando como el dueño del inmueble, a pesar de que no lo era. En marzo de 2007, transfirió el mismo departamento de la calle 25, pero por la suma de 300 mil pesos a otra mujer. Y en septiembre de 2008, fue vendido a otra persona más.
Lo que se demostró en la instrucción es que el líder de la organización realizaba siempre la misma modalidad, o modus operandi. Su esposa, arquitecta, se presentaba como su secretaria personal y firmaba la documentación con una firma falsa y recibía y hablaba con las víctimas, junto a la participación de un conocido escribano platense de una inmobiliaria, para concretar las transacciones por sumas millonarias en su conjunto. Los damnificados aportaron a los investigadores los boletos de compraventa, documentos vinculados a embargos sobre la propiedad vendida, deudas contraídas por los sospechados y libramientos de cheques sin fondos. La instrucción de la causa está a cargo del fiscal Fernando Cartasegna e interviene el juez de Garantías Juan Masi.
Fuente: Diario Hoy