El empresario kirchnerista sigue sin enviar representantes al Ministerio de Trabajo para destrabar el conflicto que ya lleva 19 días con el corte de la Autopista Buenos Aires-Rosario. El Gobierno propone hacerse cargo por un año de los sueldos de 2/3 de los operarios –los que la compañía quiere suspender-, pero la planta queda en manos del zar del juego. A las 11 hay una nueva cita en la cartera laboral.
El empresarios kirchnerista, Cristóbal López, continúa sin enviar representantes de Oil M&S –hoy a cargo de Paraná Metal- y pone en peligro las negociaciones que se retomarán a las 11 en el Ministerio de Trabajo para destrabar el conflicto que ya lleva 20 días.
Luego de 8 horas de idas y vueltas en la cartera laboral, los trabajadores de la autopartistas de Villa Constitución, se fueron ayer con la propuesta de que el Estado se haga cargo de los sueldos de 2/3 de los operarios –se trata de los 600 que la empresa quería despedir y ahora acepta suspender-, pero el tema quedó trabado en los salarios y el pago de los retiros voluntarios. El zar del juego aún les adeuda el último mes a los metalúrgicos y 5 quincenas a los 300 que ya se acogieron a los retiros ofrecidos a principio de año.
Mientras desde el Gobierno se ofrece un subsidio estatal de $2.000 –aportados por la Nación y la provincia de Santa Fe, donde se ubica la fábrica- el gremio de la UOM reclama que sea $2.600. El otro punto en discusión son las funciones que la empresa pretende que cumplan los 300 operarios que quedarían trabajando en la planta. Según los sindicalistas “pretenden una polifuncionalidad, quieren que hagamos muchas tareas y no entienden el desgaste físico y el peligro que eso genera en una fábrica de blocks de motor”. “No somos 900 trabajadores por que sí”, sintetizaron.
El conflicto en Paraná Metal, se profundizó hace 20 días cuando los metalúrgicos decidieron cortar la Autopista Buenos Aires-Rosario. La medida fue tomada luego de que Cristóbal López dejó de pagar los sueldos y dejó a la empresa al borde de la quiebra al no presentar el plan de negocios a la Justicia.
El argumento que el empresario kirchnerista dio al juzgado santafesino fue que la autopartista dejó de ser «viable» luego de que Ford Brasil dejara de comprarles el block de motor, lo que representa el 95% de la producción.
Lo cierto es que la automotriz dejó de comprarle a Argentina y comenzó a importar de Sudáfrica en julio, pero M&S ya les había anticipado antes de tomar el control de la fábrica que quería la mitad de los empleados. En diciembre de 2009, cuando se hace cargo de Paraná Metal, y luego de sus propios auditores analicen los números durante meses, les confiesa a los trabajadores que quería despedir a 430 empleados -ya había dado retiros voluntarios y jubilaciones anticipadas, que fueron tomadas por más de 200 trabajadores de los 1.200 que había-. «Sobran 400 operarios», les había dicho uno de los representantes de Cristóbal López.
El zar del juego está a un paso de lograr lo que quería y los costos los pagará el Estado.
Fuente: lapoliticaonline