Piden prisión perpetua para los cuatro acusados por el crimen de Rodolfo «Rolo» González

Un fiscal solicitará hoy la pena de prisión perpetua para los cuatro acusados de ser los autores del crimen de Rodolfo «Rolo» González, el joven que en 2008 fue secuestrado en la Capital Federal y asesinado en el Gran Buenos Aires, informaron hoy fuentes judiciales.

Los alegatos de las partes en este juicio oral iniciado el 15 de febrero último ante el Tribunal Oral en lo Criminal Federal (TOF) 5 de Capital Federal se escucharán mañana a partir de las 9 en el Palacio de Tribunales porteño de la calle Talcahuano 550, en la misma sala donde se hizo el juicio de la tragedia de Cromañón.

El primero en alegar será el fiscal Marcelo Colombo, quien como titular de la Unidad Fiscal Móvil para la Investigación de Secuestros Extorsivos, se hizo cargo de la acusación en este debate.

Luego será el turno de los abogados querellantes que representan a la familia de Rolo, Miguel Angel Pierri y Lisandro Yofre, y por último las defensas de los seis imputados.

Fuentes judiciales informaron a Télam que de acuerdo al delito por el que llegaron acusados -secuestro extorsivo seguido de muerte-, tanto el fiscal Colombo como los abogados de la familia solicitarán la pena de prisión perpetua para los cuatro principales imputados del hecho.

Ellos son Carlos Alberto Larrosa Chiazzaro (24) -presunto ideólogo del hecho y autor material del asesinato-, el confeso Julio Germán Sosa (24), Nicolás «Colo» Cullari (29) y Ezequiel Fernando «Pulga» Aguilera (24).

Respecto a los otros dos acusados, Mauro Damián Díaz (31) y Jorge Ramón González (27), quienes llegaron a juicio con una imputación más leve -partícipes secundarios del secuestro-, las fuentes indicaron que no se descarta que el fiscal pida sus absoluciones al no haber alcanzado la prueba en el debate para incriminarlos en el hecho.

En el juicio, algunos acusados revelaron que la idea original de la banda era robar la casa de la víctima en el barrio porteño de Saavedra porque tenía la errónea información de que la familia había vendido -en realidad habían comprado-, una propiedad de 50.000 dólares.

Debido a que no le encontraron las llaves de su casa al joven que acacaban de capturar, transformaron el asalto en un improvisado secuestro extorsivo.

En el debate también se demostró que la banda decidió asesinar a Rolo porque éste, al momento de su captura, reconoció a Larrosa como uno de sus secuestradores y dijo: «Yo soy amigo de Carlitos».

Ambos se conocían del club Kimberley de Villa Urquiza, donde jugaban al fútbol y Larrosa, días antes del hecho, preguntó en el núcleo de conocidos de Rolo a qué se dedicaba y si era «un pibe de plata».

Rolo estudiaba en la Escuela Comercial 15 porteña, donde estaba a días de recibir su diploma, era abanderado y, además, trabajaba en la pequeña empresa familiar, dedicada a la elaboración de viandas de comida dietética.

El 20 de noviembre de 2008, salió de su casa de Holmberg al 4100 de Saavedra a las 19.15 tras recibir en su celular un llamado de un teléfono que usaba Larrosa.

El joven, que circulaba en su auto Volkswagen Gol blanco, fue interceptado por los cuatro imputados que circulaban en un VW Bora y lo traspasaron de auto.

A las 20.21, el padre de Rolo recibió el primer llamado extorsivo en el que le exigieron el pago de 50.000 dólares de rescate.

A lo largo de la negociación, la familia primero ofreció 5.000 pesos, pero el captor que hablaba le dijo a la madre: «¿Cómo no vas a conseguir la plata si vos tenés una fábrica de comida?».

La familia luego ofreció 9.000 pesos, pero el trato nunca se cerró porque los delincuentes no volvieron a llamar.

El cadáver del joven fue hallado a las 7 del día siguiente en un predio de Bernal, a metros de la autopista Buenos Aires-La Plata.

Según la autopsia, Rolo fue ejecutado de un disparo de pistola calibre .45 en la nuca y, luego, le arrojaron nafta al cuerpo y lo prendieron fuego para borrar rastros.

Fuente: Telám