Sobrevivientes del centro clandestino de detención “La Cacha” de La Plata ratificaron ayer haber visto a María Isabel Corvalán, la madre de Natalia Suárez Nélson, la mujer que de niña fuera apropiada por el cantante de tangos Omar Alonso, juzgado por ese hecho a fines del año pasado en La Plata; y a María Rosa Ana Tolosa, la mamá de los mellizos Matías y Gonzalo Reggiardo Tolosa, apropiados por Samuel Miara.
La nueva prueba la aportaron compañeros de cautiverio de ambas mujeres, en el marco del juicio que se lleva adelante por apropiación de menores contra los dictadores Jorge Rafael Videla y Reynaldo Bignone y, entre otros, el ex represor de la ESMA Jorge “El Tigre” Acosta.
Corvarvalán fue secuestrada el 8 de junio de 1977, mientras cursaba un embarazo de siete meses, y habría dado a luz el 8 de agosto de ese año. Su hija fue recuperada por sus familiares.
Sus apropiadores, Alonso y el ex marino Juan Calos Helzberg, fueron condenados a diez años de prisión, durante el juicio que se realizó en el Tribunal Oral Federal Nº 1 de La Plata.
Las testigos. El primero de los testimonios lo dio fue la médica María Patricia Pérez Catán, quien fue secuestrada en Mar del Plata el 31 de enero de 1977. Según dijo, luego de permanecer alojada en “la Cueva”, como se conocía al centro clandestino que funcionó en la base naval marplatense, fue llevada a “La Cacha”, el centro clandestino de Olmos.
Como por entonces era estudiante de medicina, allí fue asignada para asistir a las mujeres embarazadas, quienes eran sometidas “a torturas terribles, menos en el vientre”, según dijo.
Además del caso Corvalán, dijo haber asistido a “Macacha” Tolosa, quien dio a luz a los mellizos “Reggiardo-Tolosa”.
La mujer recordó que como sus captores no la podían torturar en el vientre se ensañaban golpeándole las rodillas, al punto que por la hinchazón no le era posible caminar.
También declaró Raúl Guillermo Elizalde, quien recordó haber compartido su cautiverio con Corvalán, y que fue sometido a picana eléctrica en ese lugar atestado de detenidos.
“Había tanta gente que las capuchas se habían terminado”, dijo Elizalde, y agregó que en su reemplazo le colocaron una bolsa de arpillera.
Elizalde, quien ya había declarado en el juicio contra Alonso y Helzberg, habló también de una carta que “La Negra” les escribió a sus compañeros de cautiverio antes de ser trasladada al lugar donde nació su hija, y del que nunca regresó.
“Antes de irse del lugar se despidió de todos nosotros agradeciendo el respaldo que le habíamos dado”, dijo.
Repitió también que el procedimiento en el que la mujer fue secuestrada fue oído por los altavoces de “La Cacha”, ya que los efectivos que actuaron se comunicaban permanentemente con su base.
Su marido, Mario César Suárez Nelson, fue muerto precisamente durante el enfrentamiento que mantuvo con el grupo de tareas que fue a buscarlos.
También recordó haber visto allí a otra embarazada desaparecida, Susana Beatriz Pegoraro, otro de los casos que se ventilan en el juicio.
El tercer testigo fue Javier Quinterno, también declarante en el juicio realizado a fines del año pasado en la ex sede de la AMIA. Dijo haber tenido contacto directo con Corvalán y rememoró que durante un diálogo que la mujer mantuvo con uno de los guardias, éste la informó que su compañero había caído durante el enfrentamiento en la casa de La Plata.
Fuente: El Argentino