«Fueron a lo Palermo»

Autor del triplete histórico, Stracqualursi le dio el crédito a Martín, su ídolo. “Sería lindo jugar en Boca”, se ilusionó.

Pensar que pasaron 14 años para que un jugador vuelva a convertir tres goles en la Boca. Desde aquella hazaña de, casualmente, Guillermo Barros Schelotto el 5 de mayo de 1996, en el histórico 6-0 de Gimnasia (LP) en la inauguración de por aquel entonces la coqueta Bombonera, hasta este triplete de un tal Denis Stracqualursi. “Fueron goles a lo Palermo. Es mi referente y siempre lo sigo desde que yo jugaba en Inferiores. Me fijo mucho en sus movimientos”. El delantero de Tigre, que ayer anticipó primero a Ruiz y luego a Sauro para sacar ventaja, y después fusiló a Lucchetti en el penal, se babea cuando habla de su ídolo, que sigue sin poder marcar y ya lleva 869 minutos sin convertir. Sin embargo, poco le importan las estadísticas a Denis y con un manto de vergüenza se ilusiona por lo bajo: “Sería muy lindo jugar en Boca, aunque ahora estoy pensando en Tigre porque estamos peleando por cosas importantes”. Y para más felicidad de Stracqua, no sólo logró un hattrick por primera vez, sino que además gracias a eso se enaltece como el pichichi del Clausura con ocho goles, paradójicamente la misma cantidad de tantos que suma el equipo de Falcioni en el campeonato.

Nacido en Rafaela el 20 de octubre de 1987, el punta comenzó su carrera futbolística en la liga local: hizo las Inferiores desde Novena a Sexta División en Peñarol de Rafaela y luego estuvo en Quinta y Cuarta de Ben Hur, llegando a Unión de Sunchales en 2007, en el Torneo Argentino A. El salto a Primera se le dio un año después y ya con la camiseta de Gimnasia (LP), un 22 de noviembre, frente a Racing Club. Fanático de Colón, equipo que lleva tatuado en uno de sus gemelos, y hasta uno de los seguidores más fieles en los tablones, su primer gol en la máxima categoría fue, aunque no se crea, ante el Sabalero el 28 de noviembre de ese mismo año. Autor de dos tantos en el clásico ante Estudiantes, el delantero pasó a Tigre en donde en su primer semestre se consagró como el goleador del Apertura con once pepas en 19 encuentros.

Más allá de la alegría, sin embargo, el Palermo de Victoria se quedó con un sabor ácido. “Por cómo se dio el partido perdimos dos puntos”, cuenta este lungo de 1,90 metro, que pataleó porque no se pudo encanutar un lindo recuerdo: “Pedí la pelota, pero no me la dieron porque ya se la habían llevado”. Y bueh, todo no se puede, Denis.

Fuente: Olé