El Banco Central (BCRA) está decidido y apurado en su estrategia. La mesa oficial está buscando no sólo sostener el tipo de cambio, sino que intenta jornada tras jornada elevarlo. Ayer, por caso, fue contundente en su propósito. Desde temprano el organismo monetario intervino en el circuito donde operan grandes jugadores como bancos y empresas, comprando dólares desde el inicio de la rueda para luego aparecer con la misma acción hacia la mitad del día. En total, estiman en las mesas financieras, la entidad conducida por Mercedes Marcó del Pont se llevó cerca de u$s 100 millones en el spot.
Esto empujó a los privados a subirse a la ola de compras y dolarizar carteras, previendo una suba de la divisa estadounidense. Es por eso que el volumen entre los dos mercados mayoristas (MAE y MEC) tocó un nuevo récord de operaciones y los negocios llegaron a u$s 1.049 millones.
La divisa mayorista, de esta manera, avanzó, por tercer día consecutivo. En esta oportunidad, un centavo para cerrar en
$ 4,067, con su réplica en las pantallas de la city hasta $ 4,09.
A pocos meses de la elecciones presidenciales, la intuición en los bancos es que el Central no tiene mucho más margen que ahora para subir el dólar. En rigor, desde que comenzó el año, el tipo de cambio en este segmento se apreció 2,5% y las compras del Central duplicaron las del primer trimestre de 2010: la entidad lleva comprados en este período más de u$s 3.000 millones. Y se sabe que devaluación previo a comicios es sinónimo de una eventual derrota.
La época favorece el deseo oficial: el BCRA está aprovechando el enorme caudal de divisas que está ingresando a la plaza provenientes del sector agroexportador. La liquidación del campo recién comienza y se extenderá hasta julio, explicó el jefe de mesa de un banco líder. En la última semana las ventas de las grandes exportadoras se dispararon un 40%, según datos de la Cámara de la Industria Aceitera (CIARA) y del Centro de Exportadores de Cereales (CEC). Y las liquidaciones prometen apretar el acelerador en los próximos días. Pero lo que enciende la luz de alerta en las mesas no es la jugada preelectoral, que se encuadra bajo lo previsible. En el mercado llama la atención la persistente brecha, cada vez mayor, entre la cotización del dólar formal y el billete en las cuevas, es decir en el mercado negro.
Desde principios de año que el denominado blue está por encima del oficial. Los operadores denuncian que nunca antes esta diferencia se mantuvo por tanto tiempo y deslizan rumores que involucran a funcionarios del Gobierno comprando por fuera del mercado formal.
Ayer, el blue registró un fuerte salto de casi cuatro centavos, pasando de $4,165 a $4,20. Lo mismo ocurre con el contando con liquidación como se llama en la jerga financiera al dólar que se desprende del mecanismo para fugar divisas al exterior sin pasar por el mercado formal de cambios. La diferencia con el precio spot es de 5% y también se mantiene desde hace más de tres meses.
Los operadores también destacan cierto ruido que generó la noticia de que el Gobierno tomó más injerencia en el directorio de algunas empresas, a través de la AnSeS. Pero básicamente apuntan a que los persistentes controles de la AFIP y el BCRA para monitorear las compras del público es lo que disparó la demanda en el mercado paralelo.
De cualquier manera, los cambistas prevén una devaluación progresiva. De hecho, ayer sobre el final de la rueda, el BCRA marcó la tendencia poniendo posturas de venta para los contratos de dólar de fin de mes. El Central anticipó un freno para mañana hoy con las posturas en el mercado de futuros. Está claro que quiere que el dólar suba pero hasta donde el quiera llevarlo, analizaron en la mesa de una entidad extranjera.
Fuente: elcronista