Los anuncios del InSSSeP de que se tratará de reducir el 80 % de nacimientos por cesárea no son nuevos. Ya gestiones anteriores han señalado el dato, generalmente en medio de polémicas con los prestadores privados, para descalificar a éstos, y tomado medidas, que como éstas, serán seguramente inútiles, ya que el problema es algo más complejo que montos que se pagan por cesárea y parto normal, y mas cercano a la «medicina por las dudas», que desarrollé en una nota anterior.
En 1987 el ministro de salud de la provincia de Buenos Aires, cayó por decir que los mismos médicos que hacían sólo 15 % de cesáreas en los hospitales públicos, hacían 50 % en sus sanatorios, y que ello se debía al hecho de que aunque la obra social de la provincia pagaba el mismo honorario por cesárea que por parto normal, siendo el medico además generalmente socio del sanatorio cobraba por una internación más larga, derechos quirúrgicos, etc. Los colegios médicos de esa provincia consideraron los dichos del ministro una falta de ética, y el ministro debió irse, como ocurriría en cualquier situación similar, ya que difícilmente ningún gobernador sostendría a un ministro médico cuestionado por sus colegas, y los intentos de colocar ministros no médicos hechos recientemente no han sido exitosos, tanto a nivel provincial, como nacional. Es cierto que en muchas provincias hay muchos ministros cuestionados por profesionales «autoconvocados», pero ese cuestionamiento no cuenta, ya que suelen ser descalificados ideológicamente, o por otras razones. Se trataría solo de opositores, y por eso el tema no es considerado nunca en las reuniones del Consejo Federal de Salud, que trata solo los problemas importantes, y parece los autoconvocados no lo son, al menos por ahora.
Pero el caso es interesante para analizar el concepto de «normal» en medicina, ya que todo el mundo anda ahora preocupado por sus valores de colesterol, presión arterial, etc. Son normales?, es decir, estoy sano?. La normalidad de la que se habla no es clínica, sino estadística, ya que se parte de que lo normal es lo habitual, el valor que tiene la mayoría de las personas, y nada tiene que ver con la salud o la enfermedad, ya que ese valor varia a lo largo de la historia, en diferentes contextos, etc, y como afirmaba Claude Bernard, el fundador de la medicina científica hace mas de un siglo, cada persona tiene «sus» valores normales, variables además a lo largo del día.
En la línea de lo anterior, si 80 % de los nacimientos del InSSSeP es por cesárea, eso es lo normal allí, en tanto que el 85 % de partos naturales aludido como referencia, que corresponde a los hospitales públicos, es normal en ese contexto, y creo que sin dudas, aunque las medidas son presentadas como humanizar el parto, serán percibidas como deshumanizarlo. Se trata de que las parturientas pasen por un dolor que se les podría evitar? Se dirá que una cesárea pone en riesgo la vida, y que?, lo mismo ocurre con una cirugía estética, y se hace de más en más. La legislación italiana además autoriza a la mujer a decidir si quiere cesárea, esté o no clínicamente justificado. El cliente siempre tiene razón es otra forma de decirlo. La parturienta en un hospital no es un cliente, sino un usuario, con menos derechos por tanto que un cliente. Debe aguantarse el parto si la cesarea no es necesaria.
La clínica se dejó invadir por la estadística en forma reciente, quizás los últimos 50 años, creo en un intento en hacerse ciencia, y además porque ella permitía convertir a toda la población en anormal en algo, y por tanto ampliar enormemente el mercado, reducido si solo consultaran las personas que se sienten enfermas. En las últimas semanas he visto incluso notas que mencionan que solo un pequeño porcentaje de calvos están bajo tratamiento. Es la misma lógica, la mayoría de las personas no son calvos, ergo los calvos son anormales, por tanto enfermos que deben ser tratados, y aunque el tratamiento clínico existe, es mas «jugoso» el quirúrgico, por tanto la implantologia capilar despierta vocaciones peluqueriles entre médicos.
Un antropólogo medico destaca además que la excesiva medicalizacion del parto tiene una función oculta, convencer a la población que todo lo bueno viene de la ciencia, o mejor dicho la tecnología, y no de la naturaleza. Si se dejara a las mujeres parir normalmente no llegaríamos a que la gente piense que es mejor conversar que ver TV, o mejor una naranja, que una gaseosa con gusto a naranja?. Eso seria la ruina para la industria, y la economía en general. El que el niño «normalmente» sobreviva debe ser atribuido a la tecnología que rodea el parto, y no a la naturaleza.
Es cierto que en Europa muchos niños nacen en sus casas, y los partos son mayoritariamente atendidos por parteras, pero como dijo hace pocos días una experta en cáncer de mama, refiriéndose a que en Argentina se hacen mas mamografías que en los países desarrollados, «aquí estamos en contra de lo que dicen los europeos, y los americanos sobre mamografía, tenemos nuestras propias ideas al respecto».
Si se leen recientes decisiones oficiales sobre el tema, se ve que es así, las elecciones se ganan con el voto de la mayoría, es decir los normales, y actuar según lo que ellos piensan es la base de la democracia, diga lo que diga la ciencia, que por otra parte es un invento europeo, no nacional. Aquí tenemos nuestras propias ideas al respecto.
*Profesor Titular de Salud Pública
Facultad de Medicina
UNNE