Lanzan plan de prevención para hepatitis virales

Estimaciones nacionales indican que alrededor de 1.600.000 personas padecen de hepatitis B y C, pero buena parte de los afectados desconoce su condición porque ambos virus suelen ser asintomáticos durante años. Sin embargo, si no se diagnostica y trata puede evolucionar hacia formas crónicas de la enfermedad, como cirrosis, cáncer hepático y la consecuente necesidad de un trasplante de hígado.

Ante esta posibilidad, el ministerio de Salud bonaerense puso en marcha ayer el Programa de Prevención y Detección de las hepatitis virales, que funcionará en forma conjunta con el de VIH/Sida e Infecciones de Transmisión Sexual (ITS), mediante el cual los afectados contarán con acceso al diagnóstico en hospitales provinciales -en nuestra ciudad se lo podrá hacer en el Policlínico General San Martín- y a los estudios de biología molecular en el Laboratorio Central de Salud Pública Tomás Perón, que también funciona en nuestra ciudad.

«Estos últimos -explicó Sonia Quiruelas, coordinadora del Programa de VIH/Sida, ITS y Hepatitis de la cartera sanitaria provincial- permiten detectar qué tipo de hepatitis padece un paciente y, luego, medir la cantidad de virus que tiene en su organismo, lo que los médicos llamamos la ‘carga viral'».

Cabe señalar que, según los especialistas, un 20 por ciento de los 22.000 casos de VIH notificados en la Provincia de Buenos Aires están coinfectados con hepatitis C. «No obstante -aclaró Quiruelas- las personas que tienen VIH y están tomando un tratamiento antirretroviral también pueden ser medicadas contra la hepatitis C y mejorar sus calidad de vida».

UNA ENFERMEDAD SILENCIOSA

Tanto la hepatitis B como C se pueden contraer del mismo modo que el virus del sida: por relaciones sexuales sin preservativo o contacto con la sangre de una persona infectada. No obstante, el riesgo de la B es mucho mayor, porque se trata de un virus 100 veces más infeccioso que el VIH y con una capacidad de subsistencia de siete horas en el medio ambiente.

Los especialistas de la Dirección Provincial de Medicina Preventiva, a cargo del nuevo programa, detallaron que son considerados grupos de riesgo para hepatitis B y C las personas que usan o han usado drogas inhalatorias o endovenosas; aquellos que mantienen relaciones sexuales sin preservativo, convivientes con pacientes afectados por hepatitis virales crónicas, y aquellos que se hayan sometido a prácticas poco seguras como tatuajes, piercing o acupuntura.

Por su parte, el ministro de Salud de la Provincia, Alejandro Collia, recordó que «el año pasado promocionamos un plan de detección de las hepatitis en cinco hospitales públicos y notamos una alta prevalencia de la enfermedad, por lo que ahora estamos convocando a toda la población de riesgo a efectuarse los análisis en forma gratuita en los hospitales».

DESAFIO

Uno de los grandes desafíos que plantean ambas hepatitis radica en que los infectados pueden vivir durante décadas con la enfermedad sin tener síntomas específicos. A veces, lo único que acarrean es una sensación de cansancio que los médicos pueden no asociar en absoluto con las hepatitis

Fuente: El Día