El Presidente presenta el segundo plan en ocho semanas para reducir el déficit en el largo plazo. Se acumularán US$ 4 billones (millones de millones) en doce años fiscales. Serán tres billones en recortes y un billón en mayores impuestos, todo a valores corrientes.
Barack Obama, quizás olvidando haberse postulado para otro mandato en 2012, también intentará disminuir el rojo anual a 2,5% del producto bruto interno para 2015/16. Esto contrasta con el 10,9% proyectado en 2011/12. Para tranquilizar a los liberales, reitera su apoyo a una reforma de código tributario, cerrando brechas pero, además, eliminando descuentos para elevar ingresos.
Durante los próximos cinco ejercicios –van de octubre a septiembre-, el gobierno federal tendrá US$ 3,8 billones, suma que, en diez períodos, ascenderá a 7,2 billones. El proyecto enviado al congreso el 14 de febrero disminuía en “apenas” US$ 1,1 billón en un decenio fiscal. En general, desde George W. Bush este tipo de anticipos largos no se cumple.
Para lograr las nuevas metas, la Casa Blanca apura al legislativo para aprobar una “cláusula gatillo” que permitirá recortes inmediatos y más cambios tributarios, si la proporción deuda-PBI no se estabiliza en el mediano plazo, vale decir hacia 2014/15. Esas reducciones automáticas, empero, no se aplicarán a programas estilo seguridad social y atención médica, inclusive los destinados a gente de bajos ingresos (son 34 millones).
Este nuevo proyecto alcanzará gastos federales, desde agricultura hasta el Pentágono. En ese nivel, los recortes perseguirán ahorrar US$ 400.000 millones en actuales y futuros gastos militares. Por supuesto, no se prevé secundar una propuesta de Donald Trump, personaje del “jet set” que quiere ser presidente y pasar factura por hacer la guerra en Afganistán, Pakistán, Libia, etc.
La mayoría de rebajas tendrá lugar en la segunda parte de los doce años fiscales, “para no perjudicar la hoy pausada recuperación económica”. El presidente ha tomado ideas del comité Simpson-Bows, establecido en 2010 para supervisar el endeudamiento. En particular sus recomendaciones sobre un código tributario más justo, que reduzca tasas sin afectar ingresos. Por otro lado, adopta otra sugerencia atinente a gastos no sociales, para ahorrar US$ 770.000 millones hacia 2023/24.
Obviamente, el gobierno trata de contrapesar el plan presupuestario del Tea party, suscrito la semana pasada por el diputado republicano Paul Ryan. Por ejemplo, los demócratas rechazan específicamente una idea del legislador por Wisconsin: un sistema de vales para futuros usuarios de atención médica.
Fuente: mercado.com.ar