Médicos, vacunadores y asistentes sociales, junto al propio director del hospital Blas Dubarry de la ciudad bonaerense de Mercedes, recorren semanalmente los barrios carenciados del distrito para atender los problemas de salud de sus habitantes.
«La idea es sacar el hospital a la calle, que la gente quiera al hospital y vea que en el hospital tiene un amigo», explicó a Télam el director del hospital, Rodolfo Príncipi.
La inédita medida liderada por el propio director del nosocomio fue puesta en marcha luego de un estudio realizado, que constató que la gente de los barrios carenciados no concurría al hospital para atenderse, ya sea por desinterés o por alguna imposibilidad dada por la lejanía o su contexto social.
«El ministro de Salud bonaerense Alejandro Collia aconsejó salir y hace un mes comenzamos a salir a atender a los barrios, empezando por el barrio Marchetti y el barrio Unidad y Progreso, que están a 15 cuadras del hospital, donde había un porcentaje muy bajo de vacunación», detalló.
Príncipi afirmó que se resolvió «ir casa por casa vacunando, llevando leche, medicamentos genéricos, detectando patologías y hasta casos de violencia familiar».
«Todos los jueves vamos a esos barrios, un vecino nos presta la casa y allí nos instalamos para vacunar; mientras asistentes sociales y un médico pediatra o un médico clínico van casa por casa charlando con los vecinos y escuchando sus necesidades y problemas de salud», explicó.
El director del hospital Blas Dubarry expresó que «las asistentes sociales ven cómo viven, nos informan sus necesidades, y nosotros luego canalizamos el pedido al área municipal que corresponda ya sea para mejorar su vivienda, limpiar zanjas, desratizar, etcétera».
«Tenemos un 25 por ciento de adolescentes embarazadas y este acercamiento a los barrios permite contactarlas y hacer que luego vayan al hospital para seguir con los controles», manifestó a esta agencia.
Todos los jueves el director y su equipo se instalan en el barrio Marchetti, los viernes en el barrio Blandengue y también van a las localidades rurales que dependen del distrito.
«Vamos a Goldney, que está a 20 kilómetros de la cabecera, donde la primera vez fuimos a vacunar a 35 chicos de dos escuelas, y la segunda vez que fuimos nos encontramos con más de 150 personas para vacunar», recordó.
Príncipi dijo que en esas visitas dan también charlas de reproducción, de accidentología y ahora también informarán sobre las enfermedades respiratorias propias del invierno.
El director y su equipo permanecen casi todo el día en el barrio donde semanalmente se atiende un promedio de entre 40 y 50 personas.
«Es muy importante para los vecinos que vaya el director a sus barrios, y yo aprendo mucho de ellos, comprobando que no es que no quieran atenderse sino que no pueden».
El equipo de salud que va a los barrios, además de Príncipi, lo integran una vacunadora y un ayudante; dos asistentes sociales; un pediatra y un médico clínico, que se alternan para concurrir en función de la problemática detectada.
«También trabajamos en los barrios junto a los jefes de las sociedades de fomento y las mujeres del plan Comadres que nos informan sobre casos puntuales de problemas de salud o de violencia familiar», señaló.
Explicó que al detectarse un caso de violencia familiar «se va calladito a la casa donde existe ese problema y se orienta a la persona que muchas veces no se va porque no tiene dónde ir, entonces se la deriva al sistema judicial y al sistema social del municipio».
En el partido de Mercedes hay 100 mil habitantes y más de 30 barrios, de los cuales 16 tienen unidades sanitarias.
Fuente: Telám