Un grupo de élite ingresó a la vivienda de Mabel Orellana, en Almirante Brown, en busca del autor material del asesinato del agente Ezequiel Galarza. Denuncian abuso policial: le quebraron la nariz de un golpe y no encontraron pruebas.
Una mujer denunció a la policía bonaerense por irrumpir en su casa rompiendo las puertas y golpeándola en la cara. El hecho sucedió en una vivienda del partido de Almirante Brown. Mabel Orellana, de 47 años, tras el allanamiento terminó con el tabique partido y dos puntos de sutura luego de que los agentes irrumpieran de manera equivocada. La justicia había ordenado los procedimientos en busca de los asesinos del suboficial de la Policía Federal, Ezequiel Galarza, ejecutado de un balazo por dos delincuentes el miércoles 30 de marzo en Quilmes.
Mabel es conocida en el barrio San José. Además de ser ama de casa, es parte de la comisión directiva del club barrial La Calandria, donde juegan a la pelota varios chicos del lugar, muchos en situación de alta vulnerabilidad social.
Un día después del asesinato de Galarza, el fiscal de la UFI Nº 1 de Quilmes, Ariel Rivas y el Juzgado de Garantías Nº 3, ordenaron el allanamiento de la casa de Mabel, en El Chaja 1335, donde vive con su marido, Alfredo Centurión, de 59 años, y sus nueve hijos. Las instrucciones de los funcionarios judiciales eran claras: un grupo de élite de la policía debía dar con el imputado, Jonathan Alberto Maldonado –alias “El Boli”–, el arma homicida y una bicicleta roja con la que se movilizaban los delincuentes cuando mataron al policía frente a su novia.
Fuente: El Argentino