Mauricio Macri, Rodríguez Larreta, Ernesto Sanz, entre otros, salieron con los tapones de punta a referirse de la decisión del Gobierno nacional de sacar a la Policía Federal de los edificios públicos de la Ciudad de Buenos Aires. Si bien se demorará un mes la medida, Garré se defendió y parece no volver a dar marcha atras.
Mauricio Macri, Rodríguez Larreta, Ernesto Sanz, entre otros, salieron con los tapones de punta a referirse de la decisión del Gobierno nacional de sacar a la Policía Federal de los edificios públicos de la Ciudad de Buenos Aires. Si bien se demorará un mes la medida, Garré se defendió y parece no volver a dar marcha atras
El día ayer comenzó con la decisión de la ministra de Seguridad, Nilda Garre de quitar la custodia de la Policía Federal a varios edificios y espacios públicos e la Ciudad de Buenos Aires.
Luego continuó con la decisión del jefe de la Policía Federal, Enrique Capdevilla, de dar marcha atrás con esa medida y envió una nota al Gobierno porteño anunciando que la salida de los efectivos de esa fuerza será el próximo 6 de mayo.
A raíz de este episodio confuso se originaron varios cruces entre los diferentes protagonistas y con algunos actores coprotagonistas, por ejemplo Ernesto Sanz.
Luego de la conferencia de prensa de Nilda Garré, el que habló fue el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri y apuntó fuertemente contra el Gobierno nacional y advirtió que el Estado será el responsable de los hechos de inseguridad que ocurran en “puntos sensibles” de la ciudad a raíz del retiro de los efectivos.
“Dicen que es mejor que estén en las calles en vez de cuidar escuelas y hospitales”, se quejó Macri al resaltar que esos lugares “son puntos sensibles que necesitan cuidado especial”.
“Estamos todos sorprendidos. No entendemos adónde va la Presidenta con el tema de la seguridad, porque se jode con el tema de la seguridad de los porteños. Si tenemos que discutir, discutámoslo nosotros, sin meter a la gente en el medio”, enfatizó.
Al analizar los efectos que la disposición lleva consigo, Macri anticipó que la Policía Metropolitana no puede cubrir los lugares vacantes porque sólo tiene 700 personas por turno. Y arremetió: “No podemos hacer con 700 personas lo que hacen más de 20.000. Es una falta de respeto”.
Por su parte, el titular de la Policía Metropolitana, Eugenio Burzaco, volvió a expresar su rechazo a la decisión impulsada por Garré al enumerar los ámbitos que quedarían sin custodia. “Dejar sin custodia escuelas, hospitales, parques y demás es simplemente dejar a la buena de Dios un montón de lugares donde hay chicos, donde hay enfermos, donde hay gente que necesita la presencia policial, por algo había esa custodia y por algo se les pagaba”.
Burzaco expresó que el entredicho es “cuestión de voluntad política” y que con esta orden la ministra de Seguridad está “politizando” la seguridad de los porteños.
“Ojalá tuviéramos más policías para prevenir el delito. A mí me parece que esto es simplemente una chicana mas para complicarle la vida a Macri”, agregó.
El jefe de Gabinete, Horacio Rodríguez Larreta, alertó: “En esto no hay plan B: la seguridad de la ciudad de Buenos Aires es responsabilidad de la Policía Federal. En todo caso los que debieran presentar un plan alternativo son ellos”.
Ante esta ola de criticas, la ministra Garré, explicó que la decisión de retirar a efectivos de custodias de edificios es una medida “para mejorar la seguridad de los vecinos de Buenos Aires», y aclaró que «no significará recortes a los ingresos de los agentes».
Garré aseguró que «la idea central de esta iniciativa es que la Policía Federal se dedique a cuidar a vecinos de la Ciudad a través de prevención y la conjura del delito».
«No podemos tener recursos humanos dedicados a la custodia de edificios de la Ciudad que pueden perfectamente estar cubiertos por la Policía Metropolitana, y mucho menos a custodia de funcionarios porteños, o de sus familiares», agregó.
La medida implica la desafectación de 1.200 efectivos distribuidos en 114 lugares donde realizaban tareas conocidas como «adicionales», para «sacarlos a la calle».
Además se refirió al hecho ocurrido en la noche del lunes cuando robaron en el Hospital Piñero: “El hecho denunciado en las últimas horas, “son anteriores pero se han resucitado, aparentemente” y advirtió que “hay como una mala intención” de señalar que “esto implica que los hospitales van a quedar desguarnecidos”.
Ya con la postergación por un mes confirmada, en horas del mediodía el jefe de Gabinete Rodríguez Larreta confirmó: «Vamos a denunciar a Garré por incumplimiento de sus deberes como funcionaria».
El Gobierno porteño mantiene una deuda con los uniformados, sin embargo, Garré expresó públicamente que si bien existe una deuda de 27,1 millones de pesos en concepto de adicionales no pagados, el motivo del retiro de policías es para derivarlos a comisarías y patrullaje callejeros. En la carta de Capdevilla a Macri se aclara que esos efectivos se utilizarán para «incrementar la presencia policial en la vía pública».
Para el Gobierno porteño, la deuda por los servicios de los 1.200 uniformados sólo ascendía a $ 20,5 millones y consideraron usual la mora en ese tipo de pagos. La resolución de la Nación afecta a 114 puntos de la Ciudad, entre ellos hospitales, algunas escuelas y otros edificios públicos como la oficina de Rentas y la Contaduría.
Dentro de la oposición al Gobierno nacional el que brindó su opinión fue el senador nacional, Ernesto Sanz, quien aseguró: “El Gobierno está jugando políticamente con la seguridad de los ciudadanos. Lo hizo en Villa Soldati y lo está repitiendo ahora. No tiene derecho a jugar con la seguridad”, aseguró y disparó:”Hoy tenemos los edificios públicos paralizados por culpa de las ocurrencias electoralistas de la ministra Garré. No sé si es incompetente o malintencionado. Me temo que las dos cosas a la vez”.
Por su parte, la diputada nacional Gladys González y vicepresidenta de la Comisión Bicameral de Seguimiento de la Autonomía de la CABA, dijo que “es una decisión apresurada, no pensaron en la gente”. Respecto a la decisión de postergar el retiro de agentes hasta el 6/5 González aclaró que “es una medida lógica y necesaria para descomprimir la situación actual, entendieron que incurrían en un error”, además agregó que, de todas formas, “hay que actuar con cautela ya que los porteños no podemos seguir siendo víctimas de los caprichos políticos del Gobierno Nacional.”
“Desde la Comisión Bicameral en el Congreso, seguiremos reclamando el traspaso de las fuerzas de seguridad a la órbita del Gobierno de la Ciudad, para que la seguridad de los porteños deje de ser parte de un juego político para ser una verdadera política pública” y manifestó finalmente que “la seguridad es un valor fundamental en la vida de los porteños para forjar nuestro propio destino sin depender del Gobierno Nacional”, agregó.
Varios cruces y muchos apuntando contra el Gobierno nacional, pero la realidad que dentro de esta puja que parece más política que otra cosa, ninguno de los dos sectores, Nación-Ciudad, garantiza la seguridad de los ciudadanos.
Fuente: www.agenciacna.com