FIESTA POPULAR EN HAITI POR TRIUNFO ELECTORAL DE MARTELLY

Puerto Príncipe, 5 de abril (Télam).- Decenas de miles de haitianos celebraron anoche en las calles de Puerto Príncipe con bailes, música y fuegos artificiales el triunfo electoral de Michel Martelly, que a pesar de estar sustentado en datos provisorios parece inamovible por la enorme diferencia obtenida. «Gracias por la confianza. Vamos a trabajar para todos los haitianos», escribió Martelly en su cuenta de Twitter luego de conocer que los resultados preliminares le otorgaban casi el 68 por ciento de los votos en la segunda ronda celebrada el 20 de marzo, frente al poco más del 31 por ciento de su rival, Mirlande Manigat. A pesar de la gran diferencia, desde el comité de campaña de Manigat surgieron nuevas acusaciones de fraude y promesas de que intentarán por todos los medios declarar nulos estos cómputos. Las autoridades no descartan que puedan registrarse disturbios públicos, por lo que la misión de estabilización de paz de la ONU desplegó un fuerte número de efectivos con la intención de prevenir actos violentos. Los analistas coinciden en que la «arrolladora» victoria de «Sweet Micky», como se conoce a Martelly por su antiguo apodo musical, se debe a su capacidad de haber logrado presentarse como la única alternativa al «establishment» político que ha regido los agitados designios de Haití en las últimas décadas. Al respecto, destacan que el candidato de Respuesta Campesina logró imponer su figura «anti establishment» a pesar de haber prescindido de los habituales estrafalarios disfraces de su etapa de «chico malo» de la música haitiana, por elegantes trajes a medida, reseñó la agencia de noticias DPA. La elección de Martelly «debería ser vista como un fuerte rechazo a la élite política de Haití», dijo el experto de la Universidad Trinity Washington, Robert Maguire, a The Wall Street Journal. «El estatus de `outsider` de Martelly ha sido una importante parte de su presentación como candidato», coincidió en The New York Times Laurent Dubois, profesor de la Duke University. Son muchas las dudas y retos que esperan al nuevo «presidente Martelly», cuya victoria debe aún ser confirmada con la publicación de los resultados definitivos el 16 de abril. Ante todo, deberá encarrilar de una vez la retrasada reconstrucción del país post terremoto con ayuda de los 10.000 millones de dólares que ha prometido la comunidad internacional, una cifra que puede atraer muchos problemas más allá de soluciones en un Haití de pasado corrupto. No podrá dejar de lado en ello la búsqueda de una solución para las casi 700.000 personas que siguen viviendo en campamentos temporales tras haber perdido todo en el terremoto, ni dejar de atajar la epidemia de cólera latente en Haití desde finales del año pasado. Todo ello con un panorama político interno más que complicado tras los regresos al país del ex dictador Jean-Claude «Baby Doc» Duvalier y del ex presidente Jean-Bertrand Aristide.