El ex jefe del Tercer Cuerpo de Ejército Luciano Benjamín Menéndez sumó hoy en Tucumán su sexta condena a prisión perpetua por crímenes de lesa humanidad durante la última dictadura militar.
El Tribunal Oral en lo Federal de Tucumán lo consideró responsable por el homicidio de María Alejandra Niklison y otros cuatro militantes de Montoneros en la capital tucumana durante el último gobierno de facto.
Los jueces Carlos Jiménez Montilla, Gabriel Casas y José María Pérez Villalobo condenaron a la misma pena al ex policía Roberto Heriberto Albornoz y ordenaron que ambos cumplan su pena en cárcel común.
El tribunal entendió que el represor fue responsable de los delitos de «violación de domicilio, homicidio doblemente agravado por alevosía y concurso premeditado de más de dos personas, y asociación ilícita agravada».
Menéndez ya había recibido otras cinco sentencias a prisión perpetua por crímenes de lesa humanidad: dos en 2008, otra en diciembre de 2009, y las últimas en julio y diciembre de 2010.
De acuerdo con la reconstrucción de los hechos durante el juicio, el 20 de mayo del 1976 cerca del medio día, se produjo un allanamiento por parte de la V Brigada de Infantería y personal perteneciente a fuerzas policiales de Tucumán, en el domicilio donde vivían María Alejandra Niklison y Gerardo Alfredo Romero, situado en el barrio Echeverría de la ciudad de San Miguel.
Momentos antes del allanamiento, en ese domicilio se hallaban reunidos cinco militantes pertenecientes a la Organización Montoneros de Tucumán: además de María Alejandra, estaban Fernando Saavedra Lamas, alias «Pepo»; Juan Carlos Meneses (cuyo nombre falso era Miguel Angel Gonzalez Cano, oriundo de Santa Fe) Atilio Brandsen y Eduardo Gonzalez Paz, alias «Tomas» o «Martín».
En ese marco, fuerzas conjuntas del Ejército y de la Policía provincial tomaron por asalto la casa tras lanzar explosivos y, simulando un enfrentamiento, asesinaron a todos los ocupantes por disparos de arma de fuego.
En realidad, uno de los militantes logró escapar de la casa antes de ser alcanzado por las balas, aunque fue luego asesinado por los mismos agresores en los alrededores de una iglesia cercana, y fue luego identificado como Fernando Saavedra Lamas.
Los cuerpos sin vida de las víctimas fueron llevados a la Jefatura de la Policía de Tucumán, y de allí cuatro de ellos fueron inhumados en fosas comunes en el Cementerio del Norte de esta ciudad.
Fuente: terra