El permiso está vencido desde enero y funciona con una prórroga por 90 días. El Gobierno porteño prometió la licitación para los próximos meses. Vecinos y legisladores piden que el predio sea manejado por la Ciudad.
Declarado Monumento Histórico Nacional, el Zoológico pasa por estos días una situación de incertidumbre: vencida la concesión el 31 de enero, funciona con una prórroga por 90 días, durante los cuales el Gobierno porteño prometió llamar a licitación para encaminar la nueva concesión. A priori, sin que se conozcan los requisitos, ya hay tres candidatos: la actual empresa operadora, Zoológico de Buenos Aires, Zoo-Botánico 2000 y la Fundación Félix de Azara.
Pero no todos están de acuerdo: para empezar, algunas asociaciones vecinales están en contra de la prórroga y reclaman, además, un cambio de rumbo en la administración: “En la actualidad, más que un zoológico parece un parque de diversiones, donde importan más los espectáculos que la divulgación científica y los animales”, consideró el abogado Pedro Kesselman, de la Asociación de Vecinos de Plaza Italia. Para él como para el legislador de Proyecto Sur Adrián Camps, lo mejor sería que la Ciudad se hiciera cargo del lugar. “No decimos que sea algo aburrido, sino que queremos recuperar los fines originales de divulgación y que no sea un paseo gastronómico con shows”, detalló Kesselman a La Razón .
De un lado, Camps, quien el año pasado presentó un proyecto para que la gestión del Zoo sea ejercida por la Ciudad, acusó más de una vez que se perdieron más de cien especies entre aves y mamíferos y que los edificios, de gran valor cultural y patrimonial, están en “degradación y destrucción”: “Notamos el deterioro o ausencia de carteles que identifican las especies, la supresión de canales internos que comunican los lagos, la utilización de espacios con fines publicitarios, llegando al extremo de promocionar una marca de lavandina en el recinto del oso polar, que está abandonado”.
Del otro lado, el director del Zoo, Osvaldo Guaita, se defendió: “El estado del Zoo es bueno. Claro que siempre hay cosas para mejorar. Se sigue trabajando, restaurando, parquizando. Hay que tener en cuenta que es una institución de 123 años, es como un ‘abuelito’, hay que invertir en tareas permanentemente”. Y agregó: “Son tareas de restauración, que no es lo mismo que pintar una baranda. Hay una dinámica por el trabajo con seres vivos”. Al mismo tiempo, Guaita, quien confirmó la intención de presentarse a la futura licitación, enumeró las acciones que se están realizando en el Zoo: “Se vienen restaurando edificios, ahora estamos con el de los elefantes”. Sobre la disminución en la cantidad de especies explicó que la forma de inventariar los animales en los 90 es diferente a la actual y que además antes la incautación de cualquier especie iba al Zoo y era contabilizada como parte de la colección, algo que, explicó, hoy no sucede.
Fuente: La Razón