Néstor Kirchner, su salud, y el dilema oficial de cara al 2011… un abanico de dudas

La salud del ex presidente abre un abanico de dudas al interior del partido gobernante sobre el accionar del matrimonio presidencial de cara a las elecciones del año que viene. Los desafíos de la pareja gobernante de cara al 2011 y las turbulencias internas que comienzan a destaparse en el PJ y hacen peligrar su objetivo de seguir en el poder. “Así no se puede más, tiene que aflojar un poco y dejar descansar a su cuerpo”, es una de las frases que más se ha escuchado en los últimos días en el entorno presidencial refiriéndose a la salud de Néstor Kirchner luego de la angioplastia a la que fue sometido el santacruceño el pasado fin de semana, la segunda intervención quirúrgica en siete meses.

A pesar de las recomendaciones médicas que indicaban un período de reposo y sin actuaciones públicas, el ex presidente no pudo con su genio y el martes se corrió al acto organizado por la Juventud Peronista en el Luna Park, en el cual su esposa fue la gran oradora de la noche, y en la que dejó en claro que el objetivo K de continuar en el poder por cuatro años no se detiene, y que el episodio de salud es algo pasajero y siguen trabajando con todas las fuerzas necesarias para seguir profundizando el modelo iniciado en el 2003.

Lo que está más que claro es que Néstor Kirchner hace esfuerzos sobrehumanos para mantener unido al Partido Justicialista detrás de la figura de Cristina Fernández, en una especie de estar blanqueándole el camino hacia una reelección, ya que la jefa de Estado mide en las encuestas entre 6 y 8 puntos más que el patagónico, por lo que ya son muchos los que comentan por lo bajo que el candidato oficial para el 2011 será “pingüina” antes que “pingüino”.

El ex mandatario es quien encabeza la estrategia electoral para el año que viene, y para ello ya le ha pedido a todos los dirigentes que reportan al oficialismo, que hagan lo imposible en cada uno de sus distritos para dar a conocer el proyecto oficial, y si es necesario ir casa por casa para explicarlo, que se pongan el traje de “militantes” y salgan a la calle a defender con suma fuerza el mismo.

Con un estado de salud del cual muchos dudan, y a pesar de que le han recomendado tranquilidad par evitar el estrés, y al contrario de lo que todo el mundo creía en el ambiente político, Néstor Kirchner no ha tirado la toalla ni mucho menos, sino que fiel a su costumbre iniciada desde que era intendente de la ciudad de Río Gallegos, está dispuesto a ir hasta las últimas consecuencias con el modelo económico comenzado allá por 2003 y presentará batalla ante cada una de las acciones que la oposición quiera llevar adelante para debilitar el poder K.

Las conjeturas políticas recorren los pasillos de los principales partidos políticos, cuyos principales dirigentes se encuentran constantemente reunidos para tratarle de encontrarle una respuesta a muchas de las cuestiones que azotan diariamente a millones de argentinos y cuyas soluciones se vuelven más urgentes que nunca.

Quizás la ausencia de estrategas provoca toda esta serie de desatinos que se ven en la política nacional, que no son novedades sólo de la administración kirchnerista, ya que en pocas ocasiones desde el regreso de la democracia allá por 1983 se pudo contar con dirigentes estrategas en la función pública, donde el abuso de la táctica, sin detenerse a reflexionar por un momento, hizo que se llegara a esta situación terminal que vive la política nacional hoy en día.

La cantidad de dudas y la falta de cohesión que muestra la clase dirigente para ponerse de acuerdo en temas claves y lo más grave de todo, la falta de vocación de poder, es la que provoca una falta de continuidad más que todo en los momentos que le toca ejercer protagonismo aunque sea por la impericia de el otro, de esta manera sucede algo ya cotidiano que es el que retome la iniciativa política por parte del patagónico.

Vemos como el descontento hacia el accionar del patagónico se hace día a día cada vez más patente en el PJ de la provincia de Buenos Aires, donde un grupo de intendentes, denominado el Grupo de los 8, le ha puesto reparos a la política oficial y ya comienzan a plantearle serios cuestionamientos no sólo a Kirchner, sino también a Hugo Moyano, al cual no terminan de digerir como presidente del partido a nivel provincial.

Este grupo de jefes comunales díscolos al accionar K está compuesto por Sergio Massa de Tigre, Pablo Bruera de La Plata , José María Eseverri de Olavarría, Sandro Guzmán de Escobar, Jesús Cariglino de Malvinas Argentinas, Luis Acuña de Hurlingham, Joaquín de la Torre de San Miguel y Gilberto Alegre de General Villegas; a los que en las últimas horas se le han sumado legisladores como el marplatense Juan Garivoto, el platense Gabriel Bruera, el sanisidrense Jorge D´Onofrio, el villeguense Ricardo Zamperetti y el hurlinchense Ángel Villegas.

Este polo peronista contrario a muchas de las actitudes que el patagónico tiene hacia el interior del PJ, como por ejemplo el reto público que le hiciera la semana pasada al gobernador Daniel Scioli cuando en el medio de un acto le pidió que dijera públicamente quiénes son los que le “atan las manos” en el tema de la inseguridad, le han valido serios reproches al santacruceño y más de un amigo político nuevo para el ex motonauta.

Pero lo que más preocupa al patagónico es que el accionar de estos intendentes se extienda en el PJ como un reguero de pólvora, ya que estos últimos aseguran que llevar el nombre de Néstor Kirchner en lo más alto de la boleta es llevar un “peso muerto” en sus distritos, ya que la alta imagen negativa que ha sabido cosechar en todo este tiempo puede terminar jugando en contra de estos alcaldes bonaerenses que quieren permanecer un nuevo período más en lo más alto del poder en sus localidades.

Si a todo esto le sumamos la información exclusiva que dio esta agencia de noticias el pasado miércoles, donde se remarca que el ex presidente está dispuesto a pelear por la candidatura a gobernador de la provincia de Buenos Aires, de ahí los graves cruces y acusaciones que viene teniendo con el oficialismo provincial, la pelea al interior del PJ bonaerense parece extenderse más de lo que se creía en un comienzo, pudiendo dejar varias víctimas en el camino hacia las elecciones del año que viene.

Una provincia de Buenos Aires a punto de desbocarse, una Casa Rosada irresoluta y un arco opositor en su mayoría jugando proyectos personales, preocupándose en quien tiene más cartel que el otro, pero en ningún momento pararse cinco minutos para reflexionar y marcar una agenda que marque políticas de estado para todo el conjunto de la sociedad.

Hay hoy en día en nuestro país problemas muy complejos, que llegar a un acuerdo cómodo entre algunos partidos políticos y algunas corporaciones satelitales que giran en derredor, sólo conllevaría postergar por un tiempo el desenlace final, esta situación terminal requiere cirugía profunda y es donde los actores principales que tienen que llevar a cabo la ingrata tarea (ya que para eso fueron elegidos por la sociedad en las urnas), sólo atinan a pasarse la pelota uno al otro no queriéndose hacerse cargo del momento.

La realidad nacional está dada dentro de un escenario muy complejo, en el cual los dirigentes políticos, tanto del oficialismo como de la oposición, deberán sacar a la luz sus mejores armas políticas para sacar a la Argentina del ostracismo y de la encrucijada en la que se encuentra. La hora de la verdad le ha llegado a la clase dirigente, ojala estén a la altura de las circunstancias y sepan responder a los más de 40 millones de argentinos que buscan una solución urgente a la crisis que se vive.

La Argentina del siglo XXI parece no aprender de los errores del pasado y sigue cometiendo infantilidades que pueden costarle al país serios riesgos institucionales que pueden costarle muy caro en el corto y mediano plazo ya que si se toma en cuenta el grado de extremismo que gobierna en estos momentos al ex presidente, la situación podría transformarse en intransitable tanto para el oficialismo como para la oposición en el futuro cercano.

Fuente: www.agenciacna.com