El Gobernador ha «bochado» leyes por falta de presupuesto, por problemas técnicos y también como estrategia política de su gobierno. Aseguran que sólo usan esa facultad en casos insalvables. En la lista hay desde programas de salud. El mal recuerdo del 82 por ciento móvil de las jubilaciones (de privilegio) para los legisladores mendocinos que aprobaron la ley disimuladamente.
Un sistema para controlar la facturación de las distribuidoras de electricidad; un programa de ayuda a las personas con epilepsia; otro para mejorar la calidad del aire de los ambientes cerrados y hasta la creación del consejo provincial de energía. Ideas y propuestas que fueron más allá y se transformaron en leyes. Pero con el mismo destino: el veto del gobernador Celso Jaque, que a lo largo de su gestión ya ha “bochado” más de 20 leyes haciendo uso de las facultades constitucionales que tiene.
En la lista hay varios vetos que se refieren a programas para mejorar la calidad de vida de personas que tienen alguna enfermedad o para prevenir. En esos casos el argumento común para bajarles el pulgar es el mismo: la falta de financiamiento y presupuesto. También le bajó el pulgar al intento de cobro de un plus a los casinos y a la prohibición de instalar nuevas salas de juego.
Pero no toda la «culpa» es de quien firma el veto: hay casos en los que, aseguran, no queda otra que anular. Es que, aseguran, hay leyes que son sancionadas con errores o que son meras «expresiones de deseos» de imposible cumplimiento en la realidad. Incluso hay casos de normas que no fueron promulgadas porque, según especulan desde el Ejecutivo, tenían algún olor a algo raro atrás».
«Hemos usado el veto sólo en ocasiones en las que se podía provocar un perjuicio o generaban problemas», explicó Fernando Simón, secretario Legal y Técnico.
Los casos
Unos los últimos bochazos de Jaque fue a la ley 8252. Esa norma establecía que las distribuidoras de electricidad debían entregar a los usuarios un comprobante de la medición de consumo que registraban para facturar. El Gobierno le hizo un favor a las distribuidoras vetando la norma, porque consideraron que era «dificultoso» que las distribuidoras emitieran un papel informativo.
Pero también fueron vetadas normas que regulaban temas más sensibles. Este año, por ejemplo, Jaque también anuló una ley por la cual la provincia adhería a la ley nacional 25.404, que protege y garantiza la atención a personas que tienen epilepsia. La ley fue vetada por falta de financiamiento para poder sostener la demanda de servicios que podría haber.
Esta semana el Gobernador también dejó sin efecto una ley por la cual se condonaban las deudas del llamado Plan Agrisol, de pequeños préstamos agrícolas.
El 82% móvil para todos (los legisladores)
El uso de esa facultad que tiene el Gobernador también tiene fines políticos algunas veces. En ese sentido, la decisión más «gozada» por el Gobierno fue el veto a la ley de jubilaciones de privilegio que los Legisladores de Mendoza aprobaron con disimulo. Jaque firmó junto a Mario Adaro el decreto por el cual se dejó sin efecto.
También con trasfondos políticos, Jaque dejó sin efecto una ley que autorizaba el pago de un incentivo a los trabajadores de la Dirección General de Rentas.
«Era un aumento de sueldo encubierto y se estaba premiando a los empleados, mientras la recaudación estaba por el piso», se quejaron en el Ejecutivo.
Fuente: mdzol.com