Otro cruce entre Ciudad y Nación por una autopista que no avanza

Con la campaña electoral en etapa de despegue, una obra inconclusa fue la excusa que otra vez encontraron los Gobiernos de la Ciudad y la Nación para pelearse nuevamente. El jefe de Gobierno Mauricio Macri y el Secretario de Transporte Juan Pablo Schiavi cruzaron acusaciones por la paralización de la ampliación de la Autopista Illia hacia el Norte, obra que tienen que hacer en conjunto pero que está frenada desde mediados de enero.

La obra fue acordada en 2004. La idea es prolongar 3,6 km la Autopista Illia hasta conectarla con la avenida Cantilo y así poder llegar más rápido a la General Paz.

Para hacer esa obra, hacía falta que la Nación cumpliera con dos tareas: correr 15 metros hacia el Este el cerco del Aeroparque Newbery, y mover las vías del ferrocarril Belgrano Norte hacia el Oeste, para que la autopista (de cuatro carriles y banquina) pasara entre ambos. A cambio, la Ciudad se comprometía a ensanchar la avenida Costanera y construir el viaducto de avenida Sarmiento, para ampliar hacia el Sur la cabecera del Aeroparque.

La obra planteaba importantes beneficios. Los 60.000 vehículos que todos los días salen hacia el Norte iban llegar desde el Obelisco hasta la General Paz sin parar en los semáforos (unos 15). Así se ahorrarían unos 45 minutos por día, según la Ciudad. Ayer Clarín hizo el recorrido mientras hablaba Macri y tardó 37 minutos desde el Obelisco hasta la General Paz.

Pero la obra sufrió numerosas interrupciones. Aún así, hasta el 15 de enero la Ciudad logró construir 1,2 kilómetros , el 36% del total.

La nueva traba parece lejos de solucionarse. Para continuar la obra, la empresa AUSA, que depende de la Ciudad, precisa que la Nación le permita seguir corriendo el cerco, pero la Nación no la deja porque dice que no cumplió con todos los requisitos.

¿Cuál es el problema? En la zona hay un aparato llamado ILS, un equipo que sirve para la seguridad en los aterrizajes y despegues de la pista, y que habría que correr porque podría verse afectado por el tránsito de la autopista. La Ciudad afirma que no hay problemas y que así lo confirmaron los estudios que pidió la propia Nación. Pero la Secretaría de Transporte afirma que los estudios en realidad mostraron que el sistema sí se vería perjudicado, y que para correrlo a la cabecera sur hay que invertir $ 200 millones , que debe pagar la Ciudad (en AUSA dicen que le corresponde a la Nación).

Mas allá de la discusión técnica, la polémica es política. Macri convocó a una conferencia de prensa en el lugar donde debe hacerse la autopista y aseguró: “Es lamentable que a pesar del acuerdo firmado y de que presentamos todos los papeles la Nación siga sin permitirnos avanzar. Le digo a la Presidenta que entre la política y la gente elegimos a la gente”. El jefe de Gobierno agregó: “Esta obra podría permitir ahorrar 45 minutos de viaje por día, lo que equivale a 5,2 días por año y 3,7 millones de litros de nafta que no se usarían”.

La respuesta llegó de parte de Schiavi, quien en 2003 fue jefe de campaña electoral de Macri: “Si quiere hacer marketing político, Macri va a tener que esperar 60 días antes de las elecciones. Nosotros no hacemos conferencias de prensa, hacemos obras”. Y agregó: “No vamos a hacernos cargo de los fracasos de otros. Lo de Macri de hoy me hizo venir a la mente la imagen de la chiquita de Villa Lugano. Para hacer esta obra hay que correr el ILS y para eso hay que ampliar la pista 180 metros hacia el Sur. Como la Ciudad no liberó esos terrenos, no podemos autorizar que la autopista avance sin que la autopista haga interferencia con el ILS, lo que pondría en riesgo a los aviones. Que Macri no haga más payasadas. Le dejamos hecho el 80 por ciento del viaducto de avenida Sarmiento y él terminó adjudicándose la obra”.

No es el primer cruce por la Illia. En enero la Ciudad puso un cartel con la leyenda “Autopista casi terminada. El incumplimiento del Gobierno nacional frena las obras. Disculpas a los 60.000 perjudicados por día”. Pero cuando Transporte respondió que la culpa era de Macri nadie del Gobierno porteño habló. Tampoco cuando la Nación puso su propio cartel, que dice: “Para terminar la autopista se necesitan planos, aprobaciones y seguridad del Gobierno de la Ciudad. Macri: gobernar es hacerse cargo y trabajar”.

Fuente: Clarín