Decenas de comerciantes de Belgrano y Pacífico se encontraron ayer con sus negocios llenos de agua y salieron a rebajar los precios. Ropa, zapatillas, artículos de librerías y hasta muebles, en la forzada gran barata.
Las consecuencias del temporal que azotó en la madrugada del domingo a la Ciudad comienzan a conocerse a medida que pasan las horas. Muchos propietarios de comercios que quedaron totalmente inundados se enteraron recién ayer de las pérdidas y decidieron, antes de perder toda la mercadería, comenzar con las forzadas liquidaciones.
Si bien barrios como Villa Crespo, Villa Urquiza y La Paternal se vieron afectados por los 69,3 milímetros que cayeron en cinco horas, Belgrano y Palermo fueron de los más vulnerados. Y sus comerciantes estuvieron en el centro de la escena. Decenas de locales ubicados en Blanco Encalada, entre Cramer y Libertador, y otros situados en la zona de Juan B. Justo por donde pasa el arroyo Maldonado, se llenaron de agua por el insuficiente desagote de las calles.
La ONG Defendamos Buenos Aires recibió cerca de 500 mails por inundaciones en distintos locales. Algunos de los damnificados decidieron salir a liquidar sus mercaderías: rebajaron precios de indumentaria para adultos y niños, zapatos, productos en distintas librerías y hasta muebles.
“Para mí fue la peor de las tres inundaciones que sufrimos en un año, debido a que el agua se metió muy rápido”, dijo el dueño de una imprenta de la zona. A las otras inundaciones a las que se refiere son las que ocurrieron el 15 y 19 de febrero del año pasado. En esa ocasión, ocho mil personas presentaron ante el Gobierno de la Ciudad sus denuncias para cobrar subsidios por los daños sufridos. Hasta el momento, sólo cobró el 20 por ciento de quienes reclamaron. Ayer por la noche hubo una protesta en Cabildo y Blanco Encalada, donde los vecinos pidieron a las autoridades una solución definitiva.
Fuente: La Razón