Las torpezas del gobierno en materia económica son tantas que están consiguiendo el efecto de triplicar la fuga de capitales de enero, que fue de tan sólo U$S 600 millones de dólares. Este febrero puede terminar en más de U$S 2.000 millones. Naturalmente, no sólo influye el cierre de las importaciones, la coacción a las consultoras y el conflicto inventado con los EEUU, sino también la incertidumbre electoral, a la cual son particularmente sensibles los ambientes en los que se mueve el dinero. Los encuestadores serios coinciden en que habrá ballotage, y que éste será extremadamente difícil para el gobierno. CFK parece tender a dejarse engañar por los encuestadores pagos, que la entusiasman diciéndole que ganará en primera vuelta, con la intención de que se tire a la pileta aunque falte agua. Es que decir la verdad en un tema tan espinoso -sobre todo con un gobierno conducido por talibanes- puede terminar en quedarse sin trabajo. Es una incógnita si la actual tendencia a la baja de la intención de voto de la presidente se profundizará o transitará por una meseta. Pero es una realidad que la oposición tiende a concentrarse en dos mega alianzas. La primera puede llegar a sumar a la UCR con Ricardo Alfonsín o Ernesto Sanz más Hermes Binner, Fernando Solanas, Elisa Carrió y Margarita Stolbizer y la segunda, a Mauricio Macri y Eduardo Duhalde. Cualquiera de estas dos coaliciones -si se concretan- tiene la potencialidad suficiente como para ganar una segunda vuelta.
Alta sensibilidad
En este clima de sensibilidad, la dolarización de portafolios que se esperaba para junio de este año se adelantó este mes, disparada por la ofensiva final de Guillermo Moreno para controlar todas las variables de la economía -empresa ya condenada al fracaso- y por los factores ya comentados del incidente con el avión norteamericano y la prohibición de importaciones. Este último hecho demuestra que el gobierno no tiene los dólares que dice para pagar los compromisos externos.
De los 52.000 millones de reservas que tiene el BCRA, si se le descuentan las Nobac, Lebac, pases pasivos y encajes en dólares, las verdaderas reservas son de 22.000 millones de dólares. Por esta razón se debe cuidar que el superávit comercial no baje de los 8.000 millones de dólares.
Esta situación ha despertado a los mercados, que se adelantan a lo que se esperaba en junio. Esto es, la dolarización de portafolios que se insinúa a través del dólar blue, que en las cuevas está a 4,17 y en el contado con liqui que se hace triangulando pesos, dólares y bonos que se venden en el exterior y que está a 4,20. Esto indica que se inició una pequeña caminata bancaria que se puede convertir en corrida si Moreno continúa cometiendo locuras y CFK sigue bajando en las encuestas. Si esta tendencia se acentúa, como todavía no hay una alternativa clara en la oposición, la sensación de desconcierto e incertidumbre puede apoderarse de los mercados locales. Éstos también perciben los ecos de un cambio político global, como se advierte en el dominó del norte de África, que en un mes ya volteó a dos regímenes antiguos, el de Ben Ali en Túnez y Hosni Mubarak en Egipto, y ahora va por Muhamad Gadafi en Libia.
Fuente: Por Guillermo Cherashny para el Informador Público