Acá no soy Blandi

El Bicho, con los mismos 11 del 2-2 en Flu, empató sobre el final con gol de Blandi, que aprovechó una peinada de Niell. El petiso, como en Río, sacó ventaja de testa.

Qué tendrá el petiso que cabecea tan bien y es determinante? Franquito Niell mide apenas 1.62, venía de un doblete con la testa ante Fluminense en Río de Janeiro por la Libertadores y, anoche, volvió a ser determinante de arriba. Cuando en Parque Patricios ya se guardaban dentro del bolsillo los tres puntos y hacían cuentas de que ganándole a River en la próxima fecha se salía de la Promoción, Niell se elevó en un córner y peinó la pelota para Blandi, que libre por derecha sentenció el empate y así el último cambio de Troglio se vistió de justiciero.

Tremendo golpe para un Globo que necesita los puntos tanto como la fuerza anímica para despegarse de una zona roja que, seguramente, lo acompañará durante buen tramo de este Apertura. Es que no tiene muchos argumentos para ilusionarse. De arranque Cámpora generó el penal de Gentiletti y facturó con su conversión. Esa fue la única situación de riesgo para los de Miguel. Por su impotencia en la generación (Brindisi en el segundo tiempo sacó a Matute Morales en defensa propia) y por la falta de desequilibrio de sus delanteros (Guerra también se fue al vestuario tras 45 minutos y el técnico prefirió adelantar a Maidana).

Con Battaglia en cancha, la lucha en el medio fue más pareja, pero la sensación del empate del Bicho siempre merodeó el ambiente. La última línea quemera había dado muchas ventajas por el sector izquierdo con Quintana y Rodrigo Lemos (Neill y Prósperi llegaron a posición de gol y Calviño respondió bien), pero tampoco había manera de cortar el circuito de Oberman, inteligentemente ubicado unos metros atrás de Salcedo y Niell. Y conste que Argentinos empujó con fuerza hacia el empate pese a la baja de su referente en el medio, Mercier, lesionado antes de los 20 minutos.

Pablo Hernández también exhibió su zurda para alterar la resistencia de Huracán. Y la salida de Brítez Ojeda lastimó más la solidez quemera.

River no dejó una buena imagen en Tigre, pero tampoco debe asustarse mucho con Huracán. Pero también debe tomar nota que el Bicho, con más dosis de fútbol, necesitó hasta el último suspiro para igualar. La lucha por evitar la Promoción genera estados alterados y eso baja las prestaciones técnicas. Y no parece que con estas individualidades Huracán pueda crecer mucho.

Fuente: Olé