El Godoy Cruz serio, lejos de los nombres

Sumar nombre rutilantes no es sumar efectividad y Godoy Cruz lo demostró en cancha de Boca. El Tomba pareciera seguir por el mismo sendero, lejos de lo excéntrico y comprometido con la causa

Será por estas cosas que tiene el fútbol que nosotros seguimos escribiendo, los hinchas siguen cantando, las ilusiones se siguen renovando y el amor por este deporte crece día a día. Porque el fútbol le escapa a los pronósticos y hasta el más sabio es un improvisado a la hora de conjeturar. El fútbol es el deporte más impredecible y eso lo convierte entre otras cosas en el más bello.

Hasta el más fanático no avizoraba un triunfo mendocino de tamaña magnitud en la cancha de Boca. Y de acá se pueden desprender varias aristas del porqué era casi delirante imaginar un final así. Por el lado de Godoy Cruz, la salida de Omar Asad fue el primer golpe que sufrió tanto el plantel como la afición, luego de la gran campaña realizada por el Turco con la clasificación a la Copa Libertadores de América incluida. La partida del mejor jugador, David Ramírez, a poco del inicio del campeonato, más la ida de César Carranza y la desvinculación de Jairo Castillo, sembraba muchas dudas por lo que podía suceder, y si a esto le sumamos que no llegaron refuerzos de renombre para ocupar estos puestos, el tema se tornaba tortuoso. Hasta el esquema cambiaba y todo era una incógnita.

Por su parte, y para el rival de la primera fecha, nada menos que el Boca de Julio César Falcioni, que venía de romperla en el verano. Trajo a uno de los mejores jugadores del campeonato anterior, Walter Erviti, se junto con Riquelme y encima también fue contratado el Burrito Rivero. Sebastián Battaglia, Leandro Somoza, Martín Palermo y toda la banda. Un equipo lleno de nombres, vacío de concepto.

Este Boca no fue un equipo deslucido de mitad de cancha en adelante, aunque si impreciso. Palermo y Mouche fallaron en la definición y Sebastián Torrico demostró sus cualidades en el cara a cara. En el inicio del certamen, el Xeneize demostró tener enormes falencias conceptuales, principalmente en defensa.

En la mismísima Bombonera, el Tomba demostró porqué es uno de los mejores equipos de la argentina, y no específicamente por estos nombres que tanto llaman la atención en la antesala de un campeonato, sino por su juego y convicción.

Es verdad que esto recién comienza y que este Godoy Cruz jugará al menos 25 partidos en la primera parte del año, teniendo en cuenta el Clausura 2011 y la primera fase de la Copa Libertadores. Pero, un debut auspicioso de esta manera invita a soñar, una vez, más, con un final feliz bien tombino.

Fuente: Mdzol