Volker Treier: «Podría haber más inversión de Alemania si se llegara a un acuerdo con los holdouts»

El Gobierno debe arreglar con los holdouts y levantar las barreras al comercio y la inversión si quiere obtener inversión extranjera directa.

Así lo expresó en una entrevista con LA NACION el vicepresidente de la Asociación de Cámaras Alemanas de Comercio e Industria (DIHK, por sus siglas en alemán), Volker Treier.

Treier nació en 1969 en Creglingen, en el sur de Alemania, está casado y tiene dos hijos. Es doctor en economía y ha ocupado diversos cargos en la DIHK desde 2006.

En un viaje por Buenos Aires para dialogar con las empresas de Alemania -cuarto socio comercial de la Argentina y tercer inversor europeo en el país-, Treier consideró «muy peligrosa» la reciente decisión del Gobierno de habilitar a la Agencia Federal de Inteligencia a espiar a bancos y empresas con el supuesto objetivo de evitar posibles golpes de mercado.

También señaló que la convivencia con una alta inflación durante varios años es perjudicial porque genera «un círculo vicioso de más demandas salariales y suba de precios».

La cámara, que reúne a 45.000 empresas en 90 países y que en la Argentina tiene en su filial (AHK) a 450 firmas, hizo hace un mes una encuesta entre todos sus afiliados. Las respuestas eran negativas sólo en dos países: Rusia y la Argentina.

Por otra parte, Treier fue muy crítico con la estrategia del gobierno griego, al afirmar que ese país aceptó sumarse al euro en forma voluntaria y «ahora vive de otros países, por lo que no es justo culpar» a los demás por sus problemas.

Una encuesta de la Cámara Alemana de Comercio e Industria reflejó que las empresas de su país son optimistas en todo el mundo, salvo en dos naciones: Rusia y la Argentina. ¿Por qué?

-En Rusia, que es un socio estratégico de Alemania, por la crisis con Ucrania y las sanciones económicas que le fueron aplicadas, lo que nos hizo perder exportaciones. En cuanto a la Argentina, tiene que ver con el hecho de que Alemania es un país con una economía abierta, mientras que en la Argentina no vemos en los últimos años libre flujo de capitales y sí se aplican barreras en el comercio y en la inversión. Además, mientras estamos negociando con Estados Unidos un acuerdo de libre comercio, no pasa lo mismo con la Argentina.

-¿Y qué opina sobre la restricción para repatriar utilidades?

-Es otro mal ejemplo, porque les genera problemas a los empresarios para fabricar y vender en el país a partir de la falta de insumos.

-¿La falta de un acuerdo con los holdouts limita la llegada de inversiones extranjeras directas?

-Sí, por supuesto: la Argentina no se puede refinanciar en el mercado de capitales y ésa es una de las explicaciones por las que el comercio, las inversiones y el mercado no funcionan bien en el país. Entendemos que la situación no es fácil y no queremos ser jueces, pero queremos expresar que podría haber más inversiones alemanas en la Argentina si se llegara a un acuerdo con los holdouts.

-¿Cómo podría solucionarse?

-No está totalmente en manos del país la resolución de los juicios, pero hay otras cuestiones: el déficit fiscal está creciendo y hay más presión para financiarlo; el superávit comercial además es menor, por lo que el país necesita financiarse en el exterior. Incrementar las barreras para mantener el capital dentro del país como ha ocurrido en los últimos años para sustituir importaciones no es la vía en la que llegarán las inversiones.

-El Gobierno culpa a los fondos buitre de seguir en default…

-Los mercados de capitales funcionan de manera previsible. Ellos son malvados, pero son parte de la vida de los negocios. Culparlos en el mediano plazo no traerá soluciones.

-¿La inflación de 30% se tolera?

-En el corto plazo se puede vivir con esa cifra, pero luego eso afecta el mercado hipotecario, el poder de compra de la gente y lleva a un círculo vicioso de más demandas salariales y más suba de precios.

-¿Qué opina de la decisión del Gobierno de permitirle al servicio secreto de intervenir en bancos y empresas para prevenir posibles golpes de mercado?

-Es muy peligroso. Tuvimos una situación con nuestros amigos de los Estados Unidos y fue muy negativa. Puede ser visto como una mala señal para potenciales inversores en términos de reglas transparentes, previsibles y de igualdad.

-¿Qué consecuencias tiene la crisis griega sobre toda Europa?

-El potencial contagio a otro país europeo es bajo y eso se refleja en el riesgo país de Portugal o España; no hay demasiados nervios debido a las políticas correctas del Banco Central Europeo destinadas a promover una mayor unión fiscal entre los países miembros de la Unión Europea. Claro que Grecia está en una muy mala situación y el referéndum es parte de la democracia, pero no es una manera de negociar en forma transparente con otros países. Hacia el futuro, la pregunta clave es por cuánto tiempo el Banco Central Europeo financiará a los bancos griegos que pierden liquidez y si toma medidas que lo llevan a una situación social desastrosa.

-¿Y si el gobierno de Grecia decidiera abandonar el euro?

-Pareciera ser que quiere quedarse. El problema es que no hay inversiones y tal vez busquen una nueva moneda para producir más. Las consecuencias de esto serían ambiguas. Por un lado, hay que decir que los otros países en problemas como España, Irlanda, Chipre y Portugal ya volvieron a crecer, así que la terapia de la moneda única que predica Europa no sólo implica austeridad y, si Grecia se fuera, eso no quiere decir que otros la acompañarían. Por otro lado, por cuestiones políticas, hay riesgos si Grecia se va, como los problemas con Rusia, la cuestión migratoria del Mediterráneo y el crecimiento de Estado Islámico. Por eso queremos tener una solución negociada y eso llevará su tiempo, porque la precondición es que Grecia haga reformas.

-¿No cree que Alemania, el FMI y la troika fueron muy duros con Grecia y eso empujó a una reacción por parte del gobierno de Tsipras?

-Europa decidió adoptar un sistema monetario en forma voluntaria. Grecia lo aceptó y ahora vive de otros países, por lo que no es justo culpar a otros países.

-¿Está totalmente recuperada Alemania de la crisis global que comenzó en 2008?

-La crisis permitió que con un euro más débil nos volviéramos más competitivos en términos de nuestras exportaciones. También nos ayudó la baja en la tasa de interés y en el precio de las materias primas. La economía crecerá 2% en términos reales este año y eso es bastante, pero necesitamos de 60.000 a 80.000 millones de euros por año para mantener la competitividad, lo cual no es fácil. En términos de productividad, estamos a mitad de camino de la situación que teníamos hace diez años..

Fuente: La Nacion