Vuelve a marcar un récord la demanda del dólar ahorro

Por la dolarización y los aguinaldos, a falta de dos días, el total vendido ya superó al de mayo; bajó más el blue
Para algunos se trata de un efecto contagio al haber llegado a su fin en los últimos días la «siesta cambiaria». Para otros, sólo es el resultado del poder de compra extra que a muchos asalariados les concedió el cobro del medio aguinaldo.

Cualquiera que fuera la razón, lo cierto es que, en lo que va de junio, los ahorristas demandaron un total de US$ 450 millones, US$ 7 millones (o 1,6%) más que lo adquirido durante todo mayo, aunque aún 45 millones por debajo del récord de US$ 495,5 millones que dejó abril.

Además, aunque la base de comparación ayuda (el mes pasado fue pródigo en días de inactividad bancaria por feriados y paros), los datos muestran que, a dos días de concluir el presente mes, 21.500 ahorristas más pasaron por ventanilla (suman ya 680.801), con lo que, de sólo repetirse entre lunes y martes una afluencia similar a la de ayer (hubo más de 33.000 compradores que retiraron US$ 21,5 millones), también quedará superado el máximo de 733.920 operaciones que también databa de abril.

«Es un clásico: cada vez que aparecen ruidos la demanda repunta. Además, los últimos días del mes suelen ser de alto movimiento porque hay empresas que ya liquidan salarios», explicaron en un banco, abonando la hipótesis del nuevo récord.

Lo que no varía es la cantidad de compradores que optan por llevarse consigo los billetes (el 91,4%, según la base de datos), aunque para hacerlo ayer debieron pagar $ 10,91 en vez de $ 9,10 por la divisa (la diferencia se considera pago a cuenta del próximo ejercicio impositivo).

Por esta razón, del total de US$ 6260 millones expedidos desde que comenzó este sistema de ventas administradas, tras la devaluación de fines de enero de 2014, sólo US$ 535 millones quedaron depositados en bancos.
El paralelo da respiro

El nuevo repunte en la demanda de dólar ahorro (no había tantos compradores en una jornada desde la primera semana del mes) se registró en el momento en que la cotización del dólar paralelo pareció consolidar su repliegue.

Tras haber marcado los $ 13,65 para la venta a mitad de semana, el billete entró en un tobogán que lo llevó a caer a $ 13,52 anteayer y a $ 13,28 en la víspera. Así acumula una baja de 2,7% en las dos últimas ruedas (que sube a 3,2% si se considera el máximo intradiario de $ 13,72 que tocó el miércoles), pero avanzó 2% en la semana (tomando en cuenta el cierre de $ 13,02 del viernes pasado).

El cambio de tendencia, que hizo caer la brecha con el oficial del 50 al 46%, llegó luego de que el Gobierno emitiera dos señales para tratar de recrear la confianza: dispuso un aumento del 30% en el cupo de divisas que habilitará a los importadores desde julio y aclaró que en su cómputo de reservas no hay «tanto» crédito.

Por lo pronto la jugada parece haberle dado más resultado que la estrategia represiva que había empleado hasta el miércoles, en parte porque era la que había trabado la oferta en negro de divisas (por temor a ser detectado) justo cuando las ansias de dolarización regresaban. Sin embargo, el ministro de Economía, Axel Kicillof, insistió en adjudicarle intencionalidad política a la reciente escalada. «Esto no tiene que ver con la situación financiera o las reservas», teorizó ayer en una entrevista radial.

Fuente: La Nacion