«Murió como una niña demostrando ser una gran mujer»

El abogado de la familia de Ángeles Rawson, Pablo Lanusse, pidió ayer que se condene a prisión perpetua al encargado Jorge Mangeri por el crimen de la adolescente de 16 años, ocurrido el 10 de junio de 2013 en Palermo, y sostuvo que la víctima «murió como niña demostrando ser una gran mujer».

En su alegato del debate oral, Lanusse solicitó que se lo condene a la pena máxima por «abuso sexual con acceso carnal en grado de tentativa y del que resultara un grave daño para su salud en concurso real de homicidio agravado por criminis causa para ocultar un delito precedente y para procurar su impunidad, todo en concurso ideal con el delito de femicidio».

Luego de más de ocho horas de alegato, que se dividió en cuatro capítulos, Lanusse cuestionó al forense Félix Konopka, el primer médico que hizo la autopsia de la adolescente, y solicitó que el Cuerpo Médico Forense (CMF) inicie un sumario administrativo para determinar si cometió algún delito de acción pública y, en ese caso, que lo denuncie.

Lanusse criticó al médico, quien sostuvo que Ángeles murió sofocada con una bolsa, tuvo una agonía de 12 horas y fue arrojada viva al sistema de recolección de basura, donde terminó muerta por aplastamiento.

«Aquel tanatólogo que deja de ver dolor en un cuerpo que está en la mesa de autopsias debe irse de la Justicia, y yo espero que Konopka se vaya algún día del Cuerpo Médico Forense», expresó Lanusse, al referirse a la intervención del médico, que no dejó constancia de las lesiones que la víctima tenía en la zona paragenital y que eran compatibles con un intento de abuso. Dichas lesiones fueron expuestas por los médicos de la querella y los forenses de la Corte en la segunda junta médica.

«En los cinco minutos que Mangeri tardó en matarla, Ángeles nunca perdió la conciencia y por eso decidió luchar hasta la muerte, por su vida y su integridad como mujer», sostuvo Lanusse, en su contundente alegato.

El letrado también pidió que se investigue por supuesto falso testimonio al portero amigo de Mangeri, Jorge Meniguelli, debido a que habría contribuido de forma «dolosa e intencional a instalar la versión de los apremios».

«El dedo que se puso en el muslo de Ángeles para abrir sus piernas fue el mismo dedo que se puso en el cuello de la víctima para matarla», expresó Lanusse al referirse a Mangeri y fundar la acusación contra el portero por su presunta responsabilidad en el homicidio cometido en el contexto de «violencia de género, en el que Mangeri cosificó a Ángeles para satisfacer sus bajos instintos sexuales»…

Fuente: La Nación