Según el Indec, el índice cayó de 32,8 a 31,9%; en total los trabajadores no registrados alcanzan casi a cuatro millones, y el Noroeste es la región más afectada
Cerca de cuatro millones de trabajadores no están registrados de manera formal, lo que representa 31,9 por ciento de los asalariados, según datos al cierre del primer trimestre de 2015 del Indec.
De acuerdo con las cuestionadas estadísticas oficiales, la tasa de empleo informal se redujo casi un punto porcentual en relación con el mismo período del año pasado, cuando había sido de 32,8 por ciento.
Esta mejora en la calidad laboral se produjo pese a que en el mismo período el desempleo se mantuvo sin variaciones en 7,1 por ciento y la actividad económica apenas registró una leve variación positiva de 0,5 por ciento.
La información oficial revela además que la situación es diferente según la zona del país que se evalúe, y que el Norte es la zona de peor situación.
El Indec precisó que en el Noroeste 4 de cada 10 empleados no están inscriptos, y que en el Nordeste el 35,7% de los trabajadores hace sus labores de manera informal.
La situación es levemente mejor en las provincias de Cuyo, donde el 35,4% de los empleados está «en negro», en tanto, en la región Gran Buenos Aires (que incluye a la Capital Federal y el conurbano) el empleo informal llega a 31,5 por ciento.
Mientras tanto, en la región pampeana es de 29,8 por ciento, y en la Patagonia, de 29,8 por ciento.
La situación de informalidad es similar tanto en las grandes ciudades como en las más pequeñas.
En los aglomerados de más de 500.000 habitantes el empleo en negro es de 32,1%, mientras que en las ciudades con menos población el índice cae a 31,3 por ciento.
Según las cifras oficiales, la mejora en la tasa de empleo informal se concentró en las ciudades de mayor escala, dado que un año atrás el empleo no registrado en esas zonas era de 33,1 por ciento.
Después de que se conocieron los nuevos índices, el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, destacó el papel que tuvo la política contracíclica del Gobierno para reducir el nivel de empleo no registrado.
«Hay mucha más tendencia a la formalidad», explicó el funcionario, que igualmente admitió un amesetamiento en materia de combate del trabajo no registrado.
«Estamos amesetados en cuestión de trabajo, pero en un escenario en donde el mundo pierde empleo en la Argentina se mantiene estable», agregó.
«Cuando la cosa va bien, todo es viento de cola, pero cuando todo va mal el problema es nuestro», reconoció.
Los trabajadores no registrados carecen de cobertura social y no hacen los aportes correspondientes al sistema jubilatorio. Asimismo, no están alcanzados por los convenios colectivos de trabajo ni las negociaciones paritarias..
Fuente: La Nacion