Iván Fontán, el joven que fue condenado ayer a 9 años y seis meses de prisión por arrojar una bengala en un recital de La Renga, en La Plata, que provocó la muerte de Miguel «Keko» Ramírez, no se presentó ante la Justicia y está en calidad de prófugo, según confirmó su propio abogado, Gustavo Avellaneda.
Según el letrado, Fontán, quien ayer no estuvo presente en la lectura de la sentencia, «había salido a caminar y después no apareció. Estamos preocupados, tendrá que aparecer y presentarse para cumplir la condena». «Tuvo una conducta impecable en estos cuatro años», aseguró el defensor.
LA CONDENA
La sentencia contra Fontán fue dictada ayer por el Tribunal Oral en lo Criminal 2 de La Plata. Los jueces consideraron que es culpable del delito de «homicidio simple con dolo eventual», es decir que debió representarse que con su accionar podía causar la muerte de una persona.
Fontán, de 25 años, fue identificado el martes 10 de mayo de 2011 en un operativo realizado en la localidad bahiense de Ingeniero White, donde vivía el acusado. Al día siguiente, y ante la fiscal Virginia Bravo, el hombre, visiblemente arrepentido, confesó haber arrojado una bengala durante el espectáculo, pero que no sabía si se trataba del proyectil que hirió gravemente a Ramírez.
Tras conocerse el fallo de ayer, los familiares de la víctima dijeron que el condenado «no estuvo porque es un cobarde». La madre de Ramírez, Liliana Sqatrito, acompañada por un hijo y varios familiares de las víctimas de la tragedia de Cromañón, salió llorando del tribunal y, ahogada por el dolor, dijo que la pena fue «exigua»..
Fuente: La Nación