Bogotá, 19 may (PL) Los habitantes de Salgar, paraje colombiano arrasado por avalanchas de agua, lodo y piedra, viven hoy por segundo día una tragedia marcada por la búsqueda entre escombros de sus seres queridos y la despedida de fallecidos.
En medio de la estela de destrucción dejada por la inusitada avenida del río La Liboriana, los cadáveres arrastrados por el torrente es la imagen más desgarradora del desastre que sorprendió mientras dormían a los pobladores de esa localidad del departamento de Antioquia.
Luego de copiosas lluvias la riada devastó árboles, carreteras, puentes, viviendas y todo lo que encontró a su paso y como consecuencia murieron familias completas y el número de desaparecidos resulta inexacto aún.
Según el último parte de los organismos de socorro, más de medio centenar de lugareños aparecieron muertos; no obstante el tiempo transcurrido grupos especializados e integrantes de la comunidad siguen hurgando en cada rincón de Salgar con la esperanza de encontrar sobrevivientes.
Adicionalmente la crecida ocasionó heridas a una treintena de personas, quienes fueron trasladadas a un hospital cercano.
Los mayores estragos ocurrieron en el corregimiento de La Margarita, precisaron televisoras las cuales transmitieron directamente desde ese lugar para grabar escenas y testimonios.
Al dolor provocado por la pérdida de familiares, amigos y vecinos se añade la crueldad de la intemperie, en momentos cuando los aguaceros pudieran castigar nuevamente a ese escenario, situado en el noroccidente del país.
Especialistas del Instituto de Meteorología e Hidrología llamaron a permanecer alertas ante la posible reactivación de los procesos de lluvias.
Estamos viviendo momentos terribles, el río nos arrebató a niños y adultos sin que pudiéramos evitarlo, todo sucedió en medio de la noche cuando apenas podíamos percatarnos de lo que estaba ocurriendo, dijo a la prensa uno de los testigos.
Horas después de la catástrofe, el presidente Juan Manuel Santos viajó hasta ese territorio colombiano para evaluar la situación y determinar la ayuda necesaria.
Una vez allí anunció que enviará apoyo de urgencia para los damnificados, quienes carecen también de agua potable por la avería del acueducto local.
Declarado zona de calamidad pública, el municipio de Salgar dista 97 kilómetros de Medellín y su población ronda los 18 mil habitantes.
Mientras en Caldas, departamento cercano a Antioquia, prosiguen las misiones de salvamento para recuperar los cuerpos de 10 obreros atrapados en una mina de oro, de donde extrajeron ya cinco cadáveres. Una inundación causó el desplome parcial de dos túneles construidos para llegar hasta el yacimiento aurífero.
El lento procedimiento de rescate mantiene en vilo a familiares y conocidos de las víctimas desde el pasado miércoles cuando aconteció el desplome.