La plaza accionaria local vivió ayer el traspaso a precios del ajuste que la semana anterior tuvo epicentro en el volumen de negocios, en una mala rueda para los papeles más vinculados al negocio petrolero.
Las causas del retroceso «sectorial» hay que buscarlas en la decepción que entre los inversores de causó el con el balance final de Petrobras para sus negocios en el primer trimestre; el ajuste del valor de utilización económica que Tenaris hizo en sus balances por su inversión en Usiminas; el leve ajuste que tuvo el precio internacional del crudo en la jornada y el impacto que tuvo un informe de Goldman Sachs que revisó a la baja sus proyecciones de valor para la commoditie en el período 2016-2020 aunque los ajustó al alza para el año en curso, poniéndolos casi en línea con los actuales precios de mercado.
A esto se agrega que, como se trataba de papeles que acumularon fuertes mejoras en los últimos meses, los inversores intentan anticiparse a cualquier cambio de tendencia agilizando ventas, precisamente, para asegurar el traspaso de esas ganancias al bolsillo propio.
Esto fue lo que estuvo detrás de los retrocesos de Petrobras (5%); YPF (2,5%) y Tenaris (1,1%) y, por lo mismo, lo que motivó el derrape del 2,24% en el índice Merval cuya conducta -vale recordar- está relacionada en más del 60% a la evolución de estas acciones.
La contrapartida fue que como la operatoria se concentró en estos papeles (los más caros del mercado), el volumen -que se había estabilizado en torno a los $ 135 millones en las últimas ruedas- rebotó hasta los $ 185 millones ayer. La ola bajista en las acciones favoreció un arbitraje en favor de los bonos en dólares que -con subas leves pero generalizadas- tuvieron su mejor rueda del mes.
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