Ya son 350 los negocios inactivos en la Ciudad, según un sondeo hecho en marzo y abril por la Cámara Argentina de Comercio. El aumento de los costos y la inseguridad, entre los culpables del fenómeno.
Cada vez son más los locales inactivos en las principales áreas comerciales de la Ciudad. Ya sea porque están en venta, en alquiler, clausurados o cerrados, sumaron 350 durante marzo y abril, frente a los 324 registrados en el primer bimestre.
Así lo reveló un sondeo llevado adelante por la Cámara Argentina de Comercio (CAC), que advirtió que “el sector sigue afrontando un escenario no exento de dificultades”. Según la entidad, el nivel de crecimiento de locales sin actividad comercial fue de un 8 por ciento en los pasados dos meses con respecto a enero y febrero.
De acuerdo al informe, esta situación se evidencia en la calle Florida; las avenidas Corrientes, Córdoba, Avellaneda y Santa Fe; y los barrios de Once, Caballito, Flores y Liniers.
Dentro de esas zonas, fue la avenida Rivadavia donde más aumentó el número de locales desocupados en comparación con el bimestre anterior: pasó de 66 a 76. La avenida Corrientes, por su parte, concentró la mayor cantidad de comercios inactivos: 110, cinco más que en la medición de enero y febrero.
En la avenida Córdoba, hay 26 locales sin actividad, frente a los 23 relevados en la medición anterior. Por su parte, en la calle Florida los comercios inactivos aumentaron de 13 a 17. En avenida Santa Fe se notó una ligera suba: de 51 a 52. Y en la avenida Avellaneda el aumento fue del 45 por ciento: de 14 a 20 locales.
Las avenidas Pueyrredón y Cabildo, en cambio, fueron las excepciones: la primera pasó de 30 a 28 comercios sin actividad, mientras que en la segunda el descenso fue de 22 a 21.
Para la CAC, los responsables de este fenómeno son “la competencia desleal que representa la venta ilegal -en la vía pública o en ferias internadas- y los ilícitos de los que frecuentemente es víctima” el sector.
Otros factores que ejercen fuerte impacto son la recesión y el aumento creciente de los costos que deben afrontar los comerciantes para llevar su negocio adelante, como salarios, impuestos y alquiler.
Fuente: La Razón