En un intento por superar la situación de estancamiento de la ronda de paritarias, el Gobierno abrió un espacio de negociación con un grupo de gremios clave de la CGT oficial, con quien logró recortar diferencias en la búsqueda de asegurar que las discusiones salariales en marcha cierren con aumentos entre 26% y 28%. Esa alternativa constituyó el eje de la conversación reservada que el ministro de Economía, Axel Kicillof, mantuvo el últimos jueves en la sede de la Uocra, con el jefe de ese gremio, Gerardo Martínez; el titular de la UOM y líder de la central oficialista, Antonio Caló, y los dirigentes Andrés Rodríguez, Armando Cavalieri y Omar Viviani, confiaron voceros sindicales.
Durante la charla, los gremialistas renovaron su rechazo al techo de 24% que el Ejecutivo pretende imponer a las negociaciones y se quejaron de la amenaza oficial de no homologar convenios que, como el caso de Comercio, avancen con subas salariales del 30%. Se evaluaron, entonces, las posibilidades de destrabar, además de la paritaria mercantil, otras discusiones en marcha como la UOM y la Uocra, de manera de evitar una profundización de los conflictos por las demoras en la definición de los aumentos.
En esa línea, algunos dirigentes propusieron al ministro un esquema de un incremento de 26% en un solo tramo más el agregado de una suma fija no remunerativa en el último trimestre del año, lo que elevaría entre 1 y 2 puntos el aumento final. Esa alternativa podría prosperar, según las fuentes, en las negociaciones de Comercio y Uocra. Sin embargo, el propio Caló transmitió en el encuentro que la UOM aspira a que la suba completa de su paritaria se arrime al 30% y que se garantice elevar el piso salarial de la actividad de $ 6.400 a $ 8.500.
Tampoco en el Gobierno cuaja del todo la alternativa de un incremento porcentual menor, pero en un solo tramo. Cerca de Kicillof temen que con ese esquema el aumento en una sola vez se traslade en forma abrupta a los precios, complicando los esfuerzos oficiales para contener las expectativas inflacionarias. Esa preocupación fue el objetivo central del mensaje que el ministro lanzó ayer en declaraciones radiales, en el que exigió a los empresarios que «no den aumentos que no puedan pagar con su billetera».
Antes que un incremento en un solo tramo, en la administración kirchnerista estarían dispuestos a aceptar algunos puntos más de suba (deslizan un parámetro del 28%), siempre y cuando esa suba se implemente en forma escalonada y con la alternativa de que la última parte de la recomposición se abone en el primer trimestre de 2016, tras el cambio de gobierno.
«Hay algún acercamiento, pero todavía faltan definiciones. El escenario es complicado», indicó ayer un referente cegetista.
En tanto, para hoy están previstas nuevas reuniones en el marco de las paritarias de aceiteros y la Uocra, mientras mañana pararán los bancarios ante el estancamiento de sus negociaciones. El miércoles será el turno de otra audiencia de la UOM.
Cronista.com