«Si navegaba un día más, se moría», dijo la hija de Ana Arroyos, la argentina que cayó en coma en Jamaica y hoy regresó al país

Celeste, quien viajó con ella en el crucero, relató el «maltrato» que recibieron desde el principio y la «desinformación» con la que se manejaron los médicos; su mamá sigue grave

Horas decisivas vive por estas horas la familia de Ana Arroyos, la argentina que cayó en coma en un crucero por el Caribe y tras varios días sin respuesta regresó esta madrugada al país en aun avión sanitario. Desde entonces, permanece internada en terapia intensiva.

Sus familiares relataron desde Ezeiza y también desde el sanatorio Finochietto en el que se encuentra hospitalizada la pesadilla que viven desde hace casi dos semanas.

Celeste, una de las dos hijas de Ana, que viajó con ella al Caribe, relató en declaraciones a la prensa el «maltrato» que recibieron en Jamaica y la desinformación con la que se manejaron los médicos de allá desde un primer momento.

«El primer médico le quiso dar morfina y yo me negué. El segundo, la trató muy mal, de forma inhumana, y el último, la trató bien pero dijo que se iba a comunicar con el consulado y no lo hicieron», denunció la joven de 22 años.

Celeste, quien remarcó en distintas oportunidades la gravedad del cuadro que atraviesa la mujer, advirtió: «Si navegaba un día más, se moría».

También Guillermo, el esposo de Ana y padre de las chicas, se refirió a situación extraordinaria que atravesaron durante los últimos días y ahondó sobre los tironeos que tuvo que enfrentar para poder concretar el traslado de su mujer en un avión sanitario.

«En Jamaica decían que era la vesícula, pero encontraron una infección grande y no sabían cuál era la raíz del problema. Lo que hubo desde el primer hospital donde estuvo internada al hospital de la Facultad de Medicina de Jamaica fue falta de información porque la estaban medicando mal. Desde allá dijeron que estaba saneado el problema y no fue así», lamentó.

Por otro lado, reconoció que el servicio de ambulancia fue «maravilloso» y destacó el trabajo del médico argentino que «logró equilibrarla en el avión» sanitario que la trajo de regreso a la Argentina.

«Vivimos una pesadilla. Fue muy traumático hasta ayer», confesó el esposo de Ana, mientras aguarda alguna mejoría de su esposa que permanece en coma…

Fuente: La Razón