“Si Funes Mori se vende, el club queda saneado…”

Passarella dijo que con la plata que entre por el Melli dejará a River “0 KM” y que para el futuro desea “irme a casa y que el socio me siga saludando…”.

La palabra más esperada. La de Daniel Passarella. Ni la controvertida salida de Ortega lo hizo romper su hermetismo habitual. Pero con una verborragia atípica, el Kaiser se atrevió a anunciar que “si vendemos a Funes Mori, el club queda saneado, lo dejamos cero kilómetro”.

“Mi deseo es dejar a River saneado, irme a mi casa y que la gente me siga saludando como el primer día”, dijo con total optimismo. ”No voy a hablar de cifras por el jugador, pero por ahora no se acercan a lo que pretendemos”, reiteró. Estaba tan distendido que hasta contó que Victoria, su nieta mayor, le rezongó porque vendió a Buonanotte, según puntualizó, en 7 millones de dólares y con un 10% más si Málaga lo transfiere en más de 20. “Le tuve que decir que igual se queda con nosotros hasta junio”, tiró con simpatía.

“No estoy apurado por vender. La situación la venimos paliando bastante bien. El próximo balance será mejor y verdadero. El último fue compartido y de los 79 millones de déficit, 40 eran de los cuatro meses de Aguilar. Pero ojo: en la cabeza de esta conducción no hay corrupción”, pegó como en campaña.

“¿Si Boca es el nuevo millonario? Puede ser, pero en el torneo pasado las encuestas lo daban como favorito y nosotros terminamos mejor”, se defendió. “Igual, díganme qué club no hizo mejor la cosas en los ocho años de Aguilar”, chicaneó. Y cuando en Fox Sports en radio Del Plata le preguntaron si iba a traer a Ortigoza, contraatacó: “¿Ustedes ponen la plata? Sólo podremos comprar si se acerca un empresario y nos trae algún jugador…”.

Y encima que no hay plata, llueven lesiones. “La de Carrizo me sorprendió, son cosas que te caen mal. Al final del 2009 ya habíamos tenido la desgracia de Buonanotte”, comparó extrañamente. “Lo voy a llamar a Juan Pablo para darle mi apoyo y también quiero hablar con Seveso para saber los tiempos de la recuperación. Veremos si buscamos otro arquero o le damos la oportunidad a los chicos que están. Ahora, lo mejor es enfriarse”.

Con o sin jugadores nuevos, Passarella juró que “no le tengo miedo a la Promoción. Si fuera así, no podría hacer nada”. Y tuvo su momento emotivo al hablar de Ortega. “Ariel era amigo de mi hijo, es mi ahijado y me dolió que se fuera. Fue lo más triste que viví como presidente, pero él nunca se quiso tratar y la familia no va a firmar una internación. Y tampoco iba a contradecir al técnico. Fue una decisión un poco compartida. Le dije que no se fuera pelado con River Pero me encantaría que se retirara en mi gestión”.

Fuente: Olé