Mangeri afirmó que él se provocó las heridas con un encendedor

Creen que el portero se habría causado esas lesiones para cubrir los rasguños que le habría dejado Ángeles Rawson

«Las lesiones que tengo me las produje yo en la vía pública con un encendedor.» Esta frase, escrita de puño y letra por el único imputado por el homicidio de Ángeles Rawson, figura en un acta de la Unidad 28 del Servicio Penitenciario Federal (SPF) y está firmada por «Mangeri, Jorge Néstor-Detenido».

El documento, incorporado ayer en la 13» audiencia del juicio oral en el que se juzga al portero del edificio de Ravignani 2360 por su presunta responsabilidad en el asesinato de la chica de 16 años, constituye un elemento que demostraría que las heridas que Mangeri tenía la noche que lo detuvieron no fueron provocadas por los policías que lo torturaron para que confesara -como sostiene el acusado-, sino que se las habría hecho él mismo para cubrir los rasguños que le habría provocado Ángeles al defenderse del ataque sexual en el que murió.

En sus indagatorias, el acusado aportó por lo menos dos versiones distintas de cómo se produjeron esas heridas. Se trataría de la segunda autoincriminación del portero, quien durante la madrugada del 15 de junio de 2013 dijo en la fiscalía: «Soy el responsable de lo de Ravignani 2360. Fui yo».

Ángeles fue asesinada el 10 de junio de 2013. Al día siguiente, su cadáver fue hallado en la planta de procesamiento de residuos de la Ceamse, en José León Suárez.

Hasta el 14 de junio de 2013 por la noche el único sospechoso para la policía era Sergio Opatowsky, padrastro de Ángeles. Mangeri era, entonces, un testigo clave para los investigadores. Los pesquisas esperaban que el portero aportara detalles sobre los movimientos de los integrantes del entorno de Ángeles.

Como no respondía a las llamadas, la policía lo fue a buscar para llevarlo a la fiscalía. Ante las contradicciones en su declaración, el portero pasó de testigo clave a acusado. Entonces, un médico legista dejó constancia de las 34 lesiones que había en el cuerpo del imputado.

Esa madrugada Mangeri quedó detenido y fue llevado a la División Homicidios de la Policía Federal. Luego, a las 12.50, ingresó en la Unidad 28, que funciona en los tribunales. Allí, el jefe de turno en el penal, subinspector Alejandro Murdoch, advirtió una lesión en el rostro del detenido y pidió que sea revisado por un médico, quien constató las mismas lesiones que habían sido vistas en la fiscalía horas antes.

El oficial penitenciario le preguntó a Mangeri cómo se había herido, y el acusado le contestó: «Las lesiones que tengo me las produje yo en la vía pública con un encendedor».

El documento fue aportado por el abogado de la querella, Pablo Lanusse, quien solicitó que el oficial Murdoch sea citado a declarar como testigo en el juicio.

El abogado Adrián Tenca, que defiende a Mangeri, estuvo de acuerdo con el pedido, pero solicitó que el oficial penitenciario declare el mismo día que los médicos que revisaron a Mangeri en la fiscalía.

Aunque el documento probaría que Mangeri habría mentido con respecto a que las lesiones fueron producto de los tormentos que le aplicó un grupo de policías, Tenca sostiene que aquella acta demostraría que al portero lo presionaron para escribir y firmarla..

Fuente: LA Nación