Boudou, el bendecido de Cristina

La presidenta Cristina Fernández ya ha bendecido al ministro de Economía, Amado Boudou, como su candidato a jefe de gobierno porteño, dijo ayer a este diario una calificada fuente del primer piso de la Casa Rosada. Esa elección presidencial va en desmedro de las chances de los otros dos aspirantes a esa postulación por el peronismo porteño, el senador Daniel Filmus y el ministro de Trabajo, Carlos Tomada.
En rigor de verdad, el dato sobre la decisión de Cristina de volcar sus preferencias hacia el mediático ex ucedeísta y ex alumno del CEMA eran un secreto a voces en la sede gubernamental desde el rimbombante anuncio sobre la construcción de 17.500 viviendas en zonas cercanas a la Cuenca Matanza-Riachuelo que hizo el lunes el ministro y precandidato a jefe de Gobierno porteño.
El primero en tomar nota de esa fuerte preferencia de la jefa de Estado habría sido el ministro Tomada, quien en los próximos días podría anunciar públicamente su abandono en esa carrera y nuevos planes a futuro para hacerse de la jefatura del peronismo de la Capital Federal, que en los últimos siete años estuvo ligada al ex jefe de Gabinete, Alberto Fernández.
Tomada habría entendido sin necesidad de intérpretes lo que todos en el espacio asumieron cuando Boudou se presentó en el microcine del Palacio de Hacienda para hacer aquel anuncio, que busca golpear directo al corazón de Mauricio Macri y su «inacción», o su falta de cumplimiento a promesas de campaña, para solucionar el grave problema habitacional de miles de habitantes de la ciudad y el área metropolitana. Un vocero de la cartera laboral se limitó a responder ayer que el ministro nada ha dicho sobre lo que hará con su futuro político.
«Si Cristina le dejó semejante anuncio que es todo rédito político a Amado, y no lo hizo ella misma, no hace falta escarbar mucho para entender que le está dando todo el aliento para que le pelee la elección al macrismo», se despachó aquella fuente, conocedora de los enjuagues en torno a la candidatura del kirchnerismo en el distrito.
El apoyo a Boudou, en cambio, podría generar vientos de guerra por el lado del campamento de Filmus. El senador y ex ministro de Educación siente como una obsesión la necesidad de ser el candidato a jefe de Gobierno en representación de la Casa Rosada. Quiere tomar venganza de la derrota que sufrió ante Macri en 2007, dicen sus confidentes. Y está convencido, agregan entusiasmados, que esta vez le puede ganar.
Filmus no dirá nada en público para no destratar a la presidenta, pero también acusó el golpe de aquel apoyo tan explícito al ministro de Economía. En todo caso, insistirá a través de sus operadores sobre un dato que pareciera ser su mejor arma: sus propias encuestas, pero también otras que ha realizado el gobierno y que aterrizaron en los despachos de la residencia de Olivos, dicen que hoy Filmus mide mejor que Boudou y que Tomada, en ese orden. Y que está muy cerca en intención de voto de Macri, Gabriela Michetti y Horacio Rodríguez Larreta, los tres que mandaron a medir para el caso de que el macrismo decida algún enroque a la hora de proclamar su candidato.
De arranque, en las cercanías de Filmus insisten con la candidatura de su jefe y dicen que en todo caso las cosas deberán resolverse en una interna con los dos ministros del gabinete, o con el de Economía, si según los datos que circulan y que ellos también manejan, Tomada termina por bajarse de la carrera.
Es probable, especulan en la Casa Rosada, que Filmus necesite todavía alguna otra prueba de amor de Cristina a Boudou para convencerse de que no contará con el favor del oficialismo, en cuyo caso la decisión ya deberá pasar por otro prisma: si se baja o por el contrario sigue por afuera de la estructura del kirchnerismo porteño. Aquel favor en las encuestas que todavía retiene hace que en sus campamentos no descarten ninguna hipótesis. Prefieren sostener que en verdad la presidente apoya a todos por igual, y que como solía hacer antes Néstor Kirchner, aguardará hasta el último minuto para bendecir a alguno de los tres.
Esas nuevas pruebas podrían llegar antes de lo pensado. Cerca del ministro de Economía dicen que el plan de viviendas lanzado el lunes es la punta de lanza de un objetivo mayor: una serie de recorridas por las zonas carenciadas donde se construirían las viviendas, y otras en las que la ausencia de soluciones por parte de Macri se hizo visible, como el sur de la Capital, que preparan la propia Cristina, Boudou y Hebe de Bonafini, que manejará buena parte de la construcción de esas viviendas a través de su fundación.
Quieren demostrar con esos gestos, dicen en las cercanías de Amado, que no es apenas «una joda para Tinelli», como calificó el pomposo plan el macrista Christian Ritondo.

Fuente: Eugenio Paillet/»La Nueva Provincia»