Es la reumatoide, que si bien es muy común en América Latina, se tarda en diagnosticar. De acuerdo al estudio realizado en Barranquilla, la discapacidad se esconde por miedo a perder el empleo.
La disminución del presentismo laboral en Argentina fue de casi una jornada de trabajo por semana para quienes padecen la discapacitante artritis reumatoide, una enfermedad «muy común en América Latina» pero que se tarda en diagnosticar, según reveló un estudio que la Liga Panamericana de Asociaciones de Reumatología (Panlar) presentó en un simposio realizado en la ciudad colombiana de Barranquilla.
La investigación «Aptos para el trabajo» (Fit for work en inglés), que en el país evaluó una pérdida de productividad de más del 40 por ciento, indicó que el 28 por ciento de los brasileños reportaron dolor músculo esquelético, y que el 70 por ciento de un grupo de pacientes consultados en hospitales mexicanos se había visto impedido de trabajar durante un mes antes de la consulta.
La artritis reumatoide es una enfermedad autoinmune crónica cuya causa exacta se desconoce, en la que el cuerpo ataca por error a las articulaciones sanas, causando inflamación, dolor, rigidez y pérdida de función articular en el transcurso del tiempo, además de fatiga y debilidad. «La discapacidad engloba deficiencias en la participación del individuo en las actividades, en este caso el trabajo, y la discapacidad en nuestra América se esconde, por miedo a la pérdida del empleo», dijo a Télam el presidente de Panlar, Carlos Pineda.
«La Organización Panamericana de la Salud estimó que hay 34 millones de personas con discapacidad permanente, y 140 millones, con discapacidad temporal, mientras sólo el 3 por ciento de esa gente tiene servicios de rehabilitación especializada», informó Pineda, director de Investigación del mexicano Instituto Nacional de Rehabilitación.
En Brasil, casi el 20 por ciento de los que se ausentan por 15 días de su trabajo, lo hacen por dolencias músculo esqueléticas, que son la primera causa de invalidez para el país vecino.»Se trata de una afección muy común en nuestra población en América Latina, y constatamos que tenemos la necesidad imperiosa de tratarla integralmente, para que las personas que están perdiendo capacidad productiva puedan recuperarla», afirmó Alberto Niituma Ogata, directivo de la Asociación Internacional de Promoción de la Salud Laboral. Ogata informó que el promedio de ausentismo por dolencias músculo esqueléticas «son ocho horas para el trabajador brasileño, que pasó hasta cinco veces por la consulta médica antes de llegar a un diagnóstico, y se automedicó durante mucho tiempo». «Es claro que conviene un trabajador saludable, pero siendo una dolencia pública, no escala a la agenda de la salud pública».
Fuente: Diario Popular