Las menores vivían en la Argentina desde 2010, pero la Justicia ordenó que tienen que volver a Estados Unidos.
La argentina Ana Alianelli y el estadounidense Denis Burns se casaron en 2004 y tuvieron dos hijas en Estados Unidos. Pero en 2010 se separaron y ella volvió con las nenas a la Argentina, con un permiso judicial que luego caducó. Desde entonces el padre inició una larga batalla judicial que terminó la semana pasada, cuando la Suprema Corte Bonaerense desestimó la apelación de la mujer. Y en contra de su voluntad, ayer entregó a las nenas para que vuelvan con él.
El padre, que no ve a las menores desde hace 17 meses, había gestionado la restitución internacional y la Suprema Corte Bonaerense le dio la razón. La mujer, entonces, pidió un per saltum a la Corte Suprema, pero la Corte lo rechazó porque consideró que “dichos remedios sólo resultan procedente en causas de la competencia federal”. Las niñas, de 8 y 6 años, fueron entregadas ayer a la Embajada de los Estados Unidos en Argentina y ellos se encargarán de enviarlas hoy a Estados Unidos. Aunque la madre dejó entrever que viajará, sus abogados temen que sea arrestada por haber retenido a sus hijas en el país.
En el medio de esta situación, hubo una denuncia de violencia doméstica contra Burns, de parte de Alianelli: “Fue condenado y puesto en probation durante un año”, le había contado a Clarín. También acusa a su ex marido de echar a perder la economía familiar por su adicción al juego. “Nos remataron la casa donde vivíamos en Aspen”, agregó. El caso tuvo gran repercusión en Estados Unidos y el hombre transformó su reclamo en una fundación para recuperar a sus hijas. Se trata de la “Return Burns Children Fund”, donde el padre también habilitó un apartado para donaciones.
Fuente: La Razón