El papa Francisco manifestó su deseo de que esta Cumbre de las Américas constituya “un diálogo sincero” que supere diferencias y “afronte con realismo” los distintos problemas del continente, como la desigualdad o la inmigración.
El papa Francisco manifestó su deseo de que esta Cumbre de las Américas constituya “un diálogo sincero” que supere diferencias y “afronte con realismo” los distintos problemas del continente, como la desigualdad o la inmigración.
Así lo indicó el pontífice argentino en una carta difundida ayer por el Vaticano y remitida el viernes al anfitrión de la VII Cumbre de las Américas y presidente panameño, Juan Carlos Varela.
“Me gustaría manifestarles mi cercanía y aliento para que el diálogo sincero logre esa mutua colaboración que suma esfuerzos y supera diferencias en el camino hacia el bien común”, expresa Francisco en la misiva.
Y agrega: “Pido a Dios que, compartiendo valores comunes, lleguen a compromisos de colaboración en el ámbito nacional o regional que afronten con realismo los problemas y trasmitan esperanza”.
En la carta, Francisco se detiene a analizar especialmente los problemas de la desigualdad social y de la inmigración ilegal.
En primer lugar se declara convencido de que “la inequidad, la injusta distribución de las riquezas y de los recursos” es fuente de conflictos y de violencia entre pueblos porque “supone que el progreso de unos se construye sobre el necesario sacrificio de otros”.
Por otro lado, Bergoglio habla a Varela sobre “el problema” de la inmigración, favorecido por “la inmensa disparidad de oportunidades entre unos países y otros”.
La falta de cooperación entre los estados “deja a muchas personas fuera de la legalidad, sin posibilidad de hacer valer sus derechos, obligándoles a situarse entre los que se aprovechan de los demás o a resignarse a ser víctimas de los abusos”. Ante estas situaciones, el Papa recuerda al presidente Varela que “los esfuerzos por tender puentes, canales de comunicación, tejer relaciones, buscar el entendimiento nunca son vanos”.
EFE