Una estrella de YouTube llegó a Argentina y los fans enloquecieron

ElRubius es un español que se dedica a filmar videos, con los que consiguió millones de seguidores. Ni él se esperaba el desmesurado recibimiento en el aeropuerto. «Tenéis que aprender a controlaros», sugirió en Twitter.

El éxito de ElRubius es difícil de explicar. Digamos que es un muchacho español de 26 años que se dedica a filmar videos, editarlos y subirlos a YouTube. Y así se hizo famoso. Para medir de alguna manera su caudal de seguidores, cualquier video que suba ElRubius a la red en 24 horas puede sumar un millón y medio de visitas, quizás dos. La cuestión es que ElRubius llegó hoy a Argentina. Y Ezeiza fue un caos inimaginable, una explosión de fanáticos que quisieron recibirlo, homenajearlo y tocar a la persona «de verdad» que habita detrás de su avatar en YouTube.

Esta mañana, Rubén Doblas Gundersen (así decía su pasaje de avión y así reza en su partida de nacimiento) arribó al país para el Club Media fest, el flamante festival de youtubers latinoamericano. Se sabía de antemano que Rubius sería la gran estrella, pero ni él se imaginaba este recibimiento. «Teneis que aprender a controlaros. He visto a gente en el suelo y hasta habeis tirado a los de seguridad. La locura no lleva a nada», escribió en Twitter tras su experiencia en el aeropuerto de Ezeiza, a la que calificó como «un capitulo de The Walking Dead en la vida real».

Más números de ElRubius: su máximo éxito fue «Minero», una parodia del «Torero» de Chayanne protagonizada por el personaje del videojuego Minecraft. «Minero» fue visto por más de veinte millones de personas. Tal es su condición de «rock star» de la web que junto a él llegó a Argentina Mangel, un muchacho que cuenta con 3,6 millones de suscriptores en YouTube, y que quedó relegado a un muy lejano rol de partenaire.

Seguramente, quienes no lo conozcan querrán saber cuál es el secreto del éxito de ElRubius. Haciendo clic aquí se llega a su canal de YouTube. Quien descubra la fórmula está invitado a seguir sus pasos.

Fuente: La Capital