• EN TIKRIT, CIUDAD NATAL DE SADAM HUSEIN.
• SERÍA LA MAYOR MATANZA PERPETRADA POR EL ESTADO ISLÁMICO.
Bagdad – A pocos días de la liberación de Tikrit -ciudad natal del fallecido dictador Sadam Husein- de las manos del Estado Islámico, las autoridades locales hallaron varias fosas comunes donde habría hasta 1.700 cuerpos, la mayoría de ellos soldados iraquíes.
De acuerdo con información suministrada por la CNN, se cree que los cadáveres pertenecen a los soldados iraquíes que el Estado Islámico dijo haber ejecutado en junio fuera del Campo Speicher, una base militar ubicada en las cercanías de Tikrit.
La periodista de la cadena Arwa Damon presenció la recuperación de nueve cuerpos realizada por expertos forenses en uno de los sitios de excavación. Varios ciudadanos de la localidad, aparentemente no relacionados con los militares fallecidos, se reunieron para rezar y rendirles tributo mientras las labores de recuperación continuaban.
«Damon indicó que puede haber más de 10 fosas comunes dentro del palacio presidencial, donde vivía el expresidente iraquí Sadam Husein. Comentó que las autoridades iraquíes creen que la exhumación de los cuerpos durará semanas o meses», advirtió la CNN en su página de internet.
El complejo se convirtió en el cuartel central del Estado Islámico hasta que soldados iraquíes recuperaron la zona la semana pasada, luego de largos enfrentamientos armados.
Damon entrevistó a un soldado que aseguró haber sobrevivido a la masacre tras fingir estar muerto. Este testigo indicó que el Estado Islámico capturó a las tropas fuera del Campo Speicher y las llevó al palacio presidencial, diciéndoles que estarían a salvo hasta que el intercambio de prisioneros fuera pactado, explicó la CNN. Una vez dentro de las instalaciones, los soldados fueron separados en grupos más pequeños, ejecutados y enterrados en fosas comunes, indicó el sobreviviente. Él dijo haber sido tirado a un río, donde flotó y se salvó.
La organización de defensa a los derechos humanos, Human Rights Watch, describió la «masacre de Speicher» (como es conocida en Irak) como el «mayor incidente informado» donde «EI capturó a más de 1.000 soldados que salían del Campo Speicher y por lo menos 800 fueron ejecutados».
En ese contexto, el primer ministro iraquí, Haider al Abadi, relativizó ayer la destrucción de varios edificios en Tikrit, en el norte del país, donde las fuerzas favorables al Gobierno fueron acusadas de haber incendiado varios edificios cuando retomaron la ciudad a finales de marzo. Sin embargo, no nombró sospechosos o responsables, aunque varios milicianos favorables al Gobierno admitieron haber prendido fuego voluntariamente varias casas en las zonas que arrebataron a los yihadistas.
«Sólo 67 casas y unos 80 comercios fueron incendiados, lo que supone un número muy pequeño para una ciudad que tiene 100.000 habitantes», dijo Abadi en una conferencia de prensa en Erbil, la capital de la provincia autónoma de Kurdistán. También indicó que estas cifras habían sido confirmadas por el gobernador y el jefe de policía de la provincia de Saladino, de la que Tikrit es la capital.
El pasado miércoles, cuando el primer ministro visitó Tikrit para celebrar la reconquista de la ciudad, se veían columnas de humo encima de casas y comercios. La ciudad natal de Sadam Husein fue arrancada al Estado Islámico tras duros combates, pero, según testigos, los soldados chiitas cometieron actos vandálicos contra la población sunita y contra edificios gubernamentales. También robaron automóviles como botín de guerra.
Los testigos también hablan de presuntos militantes del EI linchados por la multitud o de cuerpos arrastrados por las calles y atados a un automóvil.
La toma de Tikrit es la victoria más importante de las fuerzas gubernamentales contra los islamistas del Estado Islámico desde que éstos tomaron grandes partes del territorio en junio.
Agencias EFE, AFP, Reuters, |
ANSA y DPA