El conductor, de 19 años, fue detenido; testigos aseguran que iba a 150 km/h por la avenida Rivadavia
LA PLATA.- Un chico de 16 años murió y otros seis jóvenes están heridos, tres de ellos en grave estado, luego de ser arrollados ayer, en Haedo, por un automovilista que, según los testigos, corría una picada con otro vehículo que se fue del lugar sin frenar. El conductor que provocó la tragedia fue detenido y será indagado hoy.
A las 7, Diego Nicolás Cuevas, de 19 años, manejaba el Nissan Tiida color champagne de su padre; según algunos testigos, iba a unos 150 kilómetros por hora, quizás apareado a un Volkswagen Bora azul y blanco, cuando saltó de la calzada de la avenida Rivadavia, fuera de control. Subió a la vereda y arrolló a un grupo de siete amigos, seis varones y una mujer, que caminaban por la vereda de la mano contraria, junto al paredón que costea las vías del tren Sarmiento, en la esquina de Maipú.
Cuando la policía llegó, Lautaro Juárez, de 16 años, ya estaba muerto. Sus amigos -algunos de ellos, primos suyos- quedaron tirados en el piso, entre la vereda y la avenida. El vehículo golpeó contra el paredón, salió despedido hacia la calle y quedó atravesado en contramano.
Los heridos, que tienen entre 16 y 23 años, fueron trasladados minutos después en las ambulancias del servicio de emergencias municipal. A dos de ellos los llevaron al hospital de Morón y a los otros cuatro, al Güemes, de Haedo, dijeron desde el Ministerio de Salud bonaerense.
«Tres de ellos fueron atendidos por traumatismo de cráneo y de tórax y se encuentran graves. El otro joven asistido en el Güemes padece contusiones diversas y está en observación», se informó desde Salud.
«Es difícil prever la evolución, son pacientes críticos que van a permanecer varios días en terapia intensiva hasta ver su evolución y con qué secuelas podemos encontrarnos. Hasta ahora el pronóstico es reservado», dijo Ariel Rotryng, jefe de guardia del hospital Güemes. Según fuentes policiales, uno de los jóvenes ya fue dado de alta.
Diego Cuevas no iba solo. Aunque hay testigos que dicen que en el Nissan iban seis personas (ver aparte), cuando llegó la policía en el auto estaban el conductor y un acompañante. Ambos fueron trasladados a la comisaría 2» de Haedo, pero sólo quedó detenido Cuevas, quien dijo haber «perdido el control».
El joven quedó a disposición del fiscal de Morón Alejandro Jons. Del auto se secuestró el GPS para verificar la velocidad a la que manejaba Cuevas. Según fuentes policiales, se está investigando a través de las cámaras y no se descarta ninguna hipótesis. La carátula es «homicidio y lesiones culposas».
HISTORIA REPETIDA
Según los relatos de los vecinos, las picadas tanto de motos como de autos son muy habituales en ese lugar. Walter Iguiñez, jefe de la Departamental Morón, dijo que «continuamente se realizan operativos tanto de la policía como de la municipalidad con personal de Tránsito» y que registran «mucha cantidad de infracciones labradas por ese estilo [alta velocidad]». Igualmente, sostuvo: «Es demasiado prematuro decir que se trató de una picada; estamos trabajando con las cámaras del lugar, de algunos negocios y particulares».
Un remisero del lugar dijo que vio que un auto Nissan corría una «picada» con un Volkswagen Bora «azul y blanco» que «iba a más de 150 kilómetros por hora» y que siguió su marcha hasta abandonar el lugar.
Un amigo de los jóvenes, que caminaba unos diez metros más adelante que el resto, oyó un ruido y cuando se dio vuelta vio que estaban «todos tirados». Apenas vio el impacto corrió hacia el auto y le gritó a Cuevas: «¿Qué hiciste?». Dijo también que escuchó a personas aparentemente involucradas en el choque que decían «¡vámonos, vámonos!», aunque no pudo identificarlas.
También contó que el grupo volvía de bailar, de un cumpleaños, y que la víctima mortal, Juárez, era la primera vez que salía con ellos.
Al Nissan se le reventó el neumático delantero izquierdo. Con respecto al choque que presentaba en la parte trasera, el remisero que fue testigo del hecho descartó que hubiese sido producto de un choque en tránsito, y precisó que se produjo por el impacto contra el paredón, posterior a haber arrollado al grupo de jóvenes.
Como consecuencia del hecho, el tránsito sobre la avenida Rivadavia estuvo cortado hasta las 11, cuando los peritos de la Policía Científica concluyeron las primeras investigaciones y el Nissan fue retirado con una grúa y llevado a una sede policial, donde quedó secuestrado.
Gente de la zona se acercó al lugar del accidente y dijo que las «picadas», no sólo de autos sino también de motos, son habituales allí. «Hay picadas en Gaona también, siempre pasa, pero a veces le toca al peatón, que es el más desprotegido porque cruza la calle tranquilo», indicó uno de los vecinos que se acercó al lugar de la tragedia, donde todos quedaron conmocionados por la imagen de los jóvenes arrollados.
UNA MUJER Y SU NIETO, ARROLLADOS
Una mujer de 70 años murió y su nieto discapacitado, de 29 años, resultó herido luego de que ambos fueron arrollados por un remís al cruzar la calle en la localidad cordobesa de Unquillo, informaron fuentes policiales.
El accidente ocurrió anteanoche, pasadas las 21, en la esquina de San Martín y Santa Fe, frente a la terminal de ómnibus del distrito, situado 25 kilómetros al noroeste de la capital provincial.
La mujer, identificada como Nilda Gudiño, y su nieto, de 29 años, fueron atropellados por un Fiat Uno de la empresa Auto Remís, conducido por un joven de 18 años que iba acompañado por un chico de 17.
Fuente: La Nación