«Los mismos mecanismos también dan forma a nuestro carácter”, dijeron
Investigadores del Reino Unido aseguran que la forma de la cara tiene que ver con la personalidad de la persona.
“La idea es que nuestra biología, como los genes y los niveles hormonales, influye en nuestro crecimiento, y los mismos mecanismos también dan forma a nuestro carácter”, explica Carmen Lefevre, de la Universidad de Northumbria, en Reino Unido.
El vínculo entre la forma de la cara y la capacidad de ser una figura dominante es sorprendentemente generalizado: mientras más ancha es la cara, mayor es el rango en la jerarquía del grupo”
Lefevre encontró que las personas con altos niveles de testosterona tienden a tener la cara más ancha y pómulos más grandes, así como también tienden a tener una personalidad asertiva, y algunas veces agresiva.
El vínculo entre la forma de la cara y la capacidad de ser una figura dominante es sorprendentemente generalizado: mientras más ancha es la cara, mayor es el rango en la jerarquía del grupo.
Keith Welker, de la Universidad de Boulder, en Estados Unidos, recientemente demostró que el promedio del ancho y el largo de la cara de los jugadores de la Copa Mundial de Futbol del 2010 permitían predecir tanto el número de faltas que cometerían los mediocampistas como los goles de los delanteros.
Para hacer esta medición puedes comparar la distancia entre las orejas con la distancia entre el tope de tus ojos (debajo de las cejas) y tu labio superior. La proporción promedio es de dos (el ancho es el doble del alto). Como referencia incluimos una foto de Abraham Lincoln que tenía una proporción de 1,93.
Tu salud y tu historial médico también se encuentran descritos detalladamente en la superficie de tu cara.
La cantidad de grasa en el rostro indica claramente tu condición física, incluso mejor que indicadores como índice de masa corporal.
“Aquellos con caras delgadas son menos propensos a sufrir de infecciones, y cuando las tienen, la enfermedad es menos severa que en otras personas. También tienden a padecer menos de depresión o ansiedad, probablemente porque la salud mental está usualmente vinculada con la condición física en general”
Aquellos con caras delgadas son menos propensos a sufrir de infecciones, y cuando las tienen, la enfermedad es menos severa que en otras personas. También tienden a padecer menos de depresión o ansiedad, probablemente porque la salud mental está usualmente vinculada con la condición física en general.
Para Benedict Jones, de la Universidad de Glasgow, en Escocia, hay que tener un nuevo entendimiento del papel de la grasa en el cuerpo humano.
“Qué tan sano estás no tiene que ver con cuánta grasa tienes en tu cuerpo, sino dónde tienes esa grasa”, explica Jones.
En su opinión, las personas con figura de pera, con mayor peso en las caderas y el trasero pero con torsos planos, tienden a ser más saludables que los que parecen manzanas, con cauchos de repuesto alrededor de la barriga.
Genes y personalidad
Nuestra apariencia es mucho más que huesos y color de piel. Y para corroborar esta idea, en un reciente estudio un grupo de científicos pidieron a unos voluntarios que vistieran sus ropas favoritas, y que luego se tomaran una foto de la cara.
“Una tonalidad rosada es una señal de buena circulación producto de un estilo de vida activo, e incluso puede ser una señal de la fertilidad de una mujer”
Aun cuando la ropa no era visible en la foto, jueces imparciales consideraron que se veían más atractivos que en otras fotos de los participantes.
El resultado es más impactante si se tiene en cuenta que les pidieron mantener expresiones faciales neutras. De alguna manera, su autoestima repotenciada salió a relucir. (La Nueva. y BBC Mundo)