Dos motochorros robaron en la puerta de autoervicio de 61, 25 y 26. Huyeron. Fueron perseguidos por las víctimas y regresaron. A uno le tiraron cinco veces y a su compañero le gatillaron en la cabeza
«Tengan piedad, basta, por favor, no me tiren más”, fue el ruego de un empleado que fue asaltado ayer a la mañana a metros de la plaza Juan Domingo Perón y que, junto a un compañero, persiguieron a los ladrones, quienes respondieron con una salvaje balacera que dejó malherido al hombre.
Fue una pesadilla sacada de libros de terror, pero ocurrió en la vida real y tuvo como damnificado a Ricardo Sabini (54), un proveedor que se acercó en una moto junto a un compañero hasta el autoservicio de 61, 25 y 26 para darle rienda suelta a su trabajo, aunque no iba a poder hacerlo porque todo se saldría de control en segundos.
Sabini “se encarga de levantar encargues”, le contó a Trama Urbana un vocero policial, mientras que testigos señalaron que es un proveedor de aguas y llegó junto a otro trabajador al comercio, de razón social Tony.
Alrededor de las 10 se prestaban a ingresar al lugar cuando fueron sorprendidos por dos motochorros de unos 25 años. Le pidieron el dinero a Sabini, en un típico robo más. Éste les entregó “una cartera, donde adentro había 100 pesos y recibos”, comentó el pesquisa. Con eso en su poder, los maleantes se dieron a la fuga.
Pero las víctimas no iban a dejar las cosas así y, junto a Tony (padre del dueño del autoservicio), iniciaron una persecución a las corridas. En medio de la misma, el conductor del rodado frenó al llegar a 25, dio la vuelta y regresó, no ya para robar, sino para darle uso al arma de fuego que había empleado para cometer el ilícito.
Los cacos se bajaron del vehículo, quien portaba la pistola apuntó a la cabeza al compañero de Sabini –apodado “el cabezón”- y disparó. El hombre salvó su vida sólo porque el proyectil decidió quedarse en el tambor. Pero Sabini no corrió la misma suerte.
“Le dispararon un tiro en el pierna, que ingresó por la pantorrilla. (La víctima) dijo que le habían tirado por apenas 100 pesos”, aseguró la fuente policial consultada, quien aseveró que el individuo fue trasladado “en ambulancia al hospital San Martín y está fuera de peligro”, aunque los testigos distan en sus palabras. Ellos le relataron a este medio que el sujeto recibió “cinco impactos en la pierna. Perdió mucha sangre y nos dijeron que su estado es crítico”.
Tras el ruego del baleado para que dejen de tirarle, los malhechores abandonaron la escena y se dieron a la fuga. manteniéndose prófugos.
Torniquete y pistola calibre 9 milímetros
Malherido, perdiendo una cantidad indescriptible de sangre, Ricardo Sabini quedó tendido en la vereda, con la pierna destrozada. Minutos después, tras el correspondiente llamado al 911, se hicieron presentes los agentes del Comando de Prevención Comunitaria y una ambulancia, con la que se trasladó a la víctima al hospital San Martín.
Gerardo Martínez, un vecino del lugar, decidió realizarle con ropa un torniquete en las profundas y graves heridas, para evitar más derrame de sangre, mientras la gente comenzaba a agolparse en el lugar de los hechos, a pocos metros del colegio San Pío.
El propietario del autoservicio Tony reveló que a los empleados “los corrieron con la moto y (a Sabini) le dieron en una pierna con una pistola nueve milímetros. El disparo le fracturó un hueso. Nos informaron que está crítico”.
La comisaría Quinta, al mando de su titular Gastón Aiscorbe, investiga el hecho, caratulado por la UFI 11 de Álvaro Garganta como “robo y lesiones”.
¿Una misma banda?
Los dos motochorros que atacaron salvajemente a los proveedores del autoservicio de 61, 25 y 26 podrían ser los mismos que hace días balearon a un vecino, también en la pierna. Mismo modus operandi: zona, calibre y vehículo
El atroz ataque contra un proveedor ocurrido durante la mañana de ayer contra el autoservicio Tony se asemeja a uno anterior que tuvo lugar en las primeras horas del miércoles, donde un hombre fue baleado en su pierna en inmediaciones del Parque Saavedra, luego de evitar ser asaltado por dos maleantes que lo sorprendieron en su domicilio.
El caso anterior se registró en una casa ubicada en 12 entre 71 y 72, cuando un hombre de unos 45 años recibió un tiro en la pantorrilla de una pistola nueve milímetros, al ser sorprendido por una pareja –un hombre y una mujer- de delincuentes, alrededor de las 6 del miércoles.
Al ver que no iban a poder asaltarlo porque la víctima se negó a abrirles la puerta (tal era el deseo de los malhechores), uno de ellos disparó dos veces a través de una ventana abierta, lesionando a la víctima mientras intentaba esconderse en el baño de la finca. Cometido el hecho, se dieron a la fuga a toda velocidad sin llevarse nada.
Los puntos que lo conectan con el hecho que tuvo lugar en el autoservicio de ayer fue que los agresores también dispararon directamente a la pierna y, como si fuese poco, el radio de acción empleado es similar (unos dos kilómetros uno de otro), además de que en ambos episodios los cacos se trasladaron en moto, atacaron en horas de la mañana y emplearon armas calibre nueve milímetros.
Será tarea de los efectivos de la comisarías Quinta y Novena, con jurisdicciones en ambas zonas, analizar lo sucedido y determinar si se trata de una misma banda, ya que el modus operandi es muy similar.
Un hecho que llamó la atención ayer fue que a pocos metros de la terrible balacera se encuentra el colegio San Pío X, y decenas de chicos caminan por la zona.
Policía Científica trabajó en el lugar del hecho, levantando indicidios y casquillos despedidos por el arma empleada durante el ilícito.
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