Al informe de Cammesa, ratificando que cuatro turbinas no están funcionando por deterioro y falta de mantenimiento, se sumaron críticas de directores de la EBY en Paraguay y del gobernador Ricardo Colombi. El ingeniero Roberto Ríos reveló esta semana, que el titular de la entidad “invirtió” en 2012, U$S 218 millones en la reparación de las máquinas. El hombre cercano a Julio De Vido y a Carlos Rovira, nuevamente en el centro de las críticas.
POSADAS y CAPITAL FEDERAL. El director de la Entidad Binacional Yacyretá (EBY), Oscar Thomas, quedó en la mira luego de que salieran a la luz los problemas que afectan a la represa, que tiene cuatro turbinas fuera de servicio y las restantes 16 generando energía al 80% por presunta falta de mantenimiento y sobreexigencia. Un informe de la estatal Cammesa puso de relieve estos problemas de la represa días atrás. Y esto coincidió con nuevos cortes de luz en zonas de la Ciudad de Buenos Aires, el Conurbano y otras localidades del centro del país. Sin embargo, el mes pasado las autoridades paraguayas ya le habían llamado la atención a Thomas sobre este tema.
De acuerdo con LPO, un informe técnico revelado en febrero por el diario paraguayo ABC señala que la central estaba funcionando con potencia reducida debido a las fallas en esas cuatro turbinas. En ese momento, Thomas adujo que se habían invertido unos 200 millones de dólares para el arreglo de otras unidades que ya habían sido puestas en funcionamiento. El problema es que a las cuatro que están fuera de servicio se suman varias más que funcionan con potencia limitada debido a problemas de vibración.
“El deterioro de las turbinas que se da por la cavitación, que es un proceso que va destruyendo y erosionando las máquinas. No se trata sólo de la cota en la que trabajaron, sino que la turbina Kaplan tiene un defecto de diseño que, inevitablemente, produce ese tema de cavitación”, explicó el ingeniero ambiental misionero Roberto Ríos, en M4, el pasado miércoles. “Cualquier máquina que gira sobre un eje, debe estar perfectamente balanceada, y la pérdida de material, produjo a la vez una pérdida de balance y de vibración”, añadió.
En diálogo con este medio, Ríos denunció que por en realidad serían ocho las turbinas que están dañadas. “Serían 12 las turbinas en funcionamiento, y no en plena capacidad, porque el daño está en todas”, detalló.
Sin embargo, Ríos dejó en claro que no puede asegurar que la información que maneja es fidedigna, por el “terror” que impone Thomas y su gente, hacia el interior de la EBY. “Los empleados tienen terror, y el que habla, automáticamente es echado», denunció Ríos, añadiendo que «tenemos temor de que exista otro daño, pero tampoco lo podemos afirmar porque no hay información fehaciente. No nos permiten entrar. Yacyretá es un agujero negro donde la información desaparece constantemente», sentenció en diálogo con el programa TVA que se emite por el canal Misiones Cuatro.
El especialista también sembró sospechas sobre los contratos para el mantenimiento de las turbinas. “En 2011, Thomas había firmado un contrato de mantenimiento de las 20 turbinas, por 100 millones de dólares. Y en 2012, ‘reformularon’ ese contrato, y lo llevaron a 218 millones de dólares. No hay motivos por los que no se hayan cumplido esos contratos firmados”, manifestó en M4.
Según supo LPO, el problema con este tipo de contrato para mantenimiento y reparación es un clásico de Yacyretá. Al ser una entidad binacional, no se rige por las normas argentinas sino por un reglamento interno del Tratado, que habilita a firmar contratos sin licitación. “La contratación directa no es una excepción, es tan normal como las licitaciones”, dijo a este medio un ex directivo de la represa. Paraguay viene denunciando que Thomas los maneja sin consultar.
Lo mismo sucede con la venta de energía a Brasil, un tema muy escabroso para la relación entre Argentina y Paraguay. De acuerdo al Tratado de Yacyretá, la cesión de energía no puede hacerse sin autorización de las dos partes. Sin embargo, Asunción viene denunciando que el “devidista” Thomas, lo hace sin aviso.
El mes pasado, en una reunión del Consejo de Administración, el representante de la Cancillería paraguaya ante la EBY, Diógenes Martínez, le recriminó a Thomas que no haya informado una operación de este tipo. Thomas admitió la cesión de energía y luego debió desdecirse cuando Martínez le advirtió que era una violación del Tratado. El argumento que le brindaron fue “un cuento chino”, según le dijo al diario Última Hora.
Martínez reveló que el tema incluso fue motivo de varios reclamos del ministro de Relaciones Exteriores, Eladio Loizaga, que nunca fueron respondidos por Argentina. Incluso, aseguran que un informe de la propia Cammesa reconoce la cesión de energía a Brasil. “Lamentablemente Argentina, en su más viejo y tradicional estilo, hace lo que quiere», se quejó.
“Thomas es nefasto para Corrientes”
Quien también manifestó su disconformidad con la gestión de Thomas, fue el gobernador de Corrientes, Ricardo Colombi, en cuyo territorio está ubicada la hidroeléctrica. «El responsable es Thomas, que es una figura nefasta para la provincia de Corrientes, ya que Yacyretá a nosotros prácticamente no nos sirvió para nada o muy poco», lanzó.
«A tal punto (Thomas es nefasto para Corrientes) que no tenemos ningún tipo de información fehaciente de todo esto que hoy está en distintos medios», declaró Colombi a radio La Once Diez, donde agregó que Thomas “deja mucho que desear”.
El radical desmintió haber sido él quien informó al Gobierno nacional que había problemas en la represa: «Yo no he alertado nada porque es algo que no conozco, no puedo alertar sobre algo que no sé». «Nosotros tenemos la misma información que tienen los medios periodísticos, no conocemos la situación», añadió.
«Yacyreta es un cero a la izquierda para todos los correntinos», se quejó Colombi, cuya provincia al igual que Misiones no reciben prácticamente nada de la energía que se produce en la represa binacional.
La defensa de la gestión del cuestionado funcionario “rovirista”
El encargado de defender a Thomas fue su jefe político, Julio De Vido. El ministro negó hoy que existan «problemas» en Yacyretá y resaltó que la central «está funcionado de acuerdo a lo previsto». «Los únicos problemas que tiene Yacyretá son heredados de la década del ‘90 y se deben a la irresponsable paralización de las obras y la decisión de hacerla funcionar a una cota inferior a la de diseño», opinó el funcionario.
De Vido agregó que «desde el año 2012 se implementa un programa de rehabilitación de su parque generador sin que esto afecte en forma alguna la operación ni el rendimiento anual de la central». Con esto contradijo lo que el propio Thomas admitió en la reunión del Consejo de la EBY y al informe de la estatal Cammesa (Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico Sociedad Anónima).
Oxt.
misionescuatro.com