LAGOS, Nigeria. A un mes de las elecciones generales, el grupo armado islamista Boko Haram, expulsado de varias localidades del noreste de Nigeria, está multiplicando los atentados y sembrando el miedo en las grandes ciudades del país.
Al menos 86 personas perdieron la vida en estos atentados atribuidos a Boko Haram durante una semana, en estaciones de autobuses abarrotadas, en el norte y el centro de Nigeria.
Ayer, dos terroristas suicidas vestidas con velo islámico mataron a dos personas al inmolarse dentro de un autobús que partía desde Njamdu, en el Estado de Borno, a Damaturu, capital del Estado vecino de Yobe.
Estos atentados de este tipo, difícil de prever, podrían poner en peligro la seguridad de los electores el día de los comicios previstos para el 28 de marzo.
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